Mi perro Polémico.

Sé que es un poco raro el título, pero así es. Tengo un perro que, como llamarlo Guillermo Moreno era muy largo, usé el sobrenombre que, sobreentendido, le puso el periodismo al que ocupa eventual y únicamente esa secretaría maldita de nombre un poco naif. Así que, el perro que, chocado en la calle, se tiró a la banquina con la pata echa mierda, un perro callejero, bueno, que iba a entablillar pero no encontré con qué, y parecía que se moría, y se arrastró a la alcantarilla para tomar agua y lo lleve a mi departamento y lo entablillé. No se movía, el pobre, pero comía. Así que supuse que quizás, de tener heridas internas, no eran tan graves. Comía como un deseperado. Y lo dejé ahí. Hasta que se recupere. Un perro grande, pesado –subirlo por las escaleras (el perro no caminaba) me hizo doler todavía los hombros y los antebrazos- de mirada triste, dolorido. No se levantaba así que le saqué el entablillado. Y cuando le avisaba que estaba la comida, en un viejo plato de plástico –que servía, antes, para apoyar una maceta- tuve que ponerle un nombre. Me parecía perdido, inútil, haragán, capaz de asustar pero inofensivo. Claro: Guillermo Moreno, ese era el nombre. Peeeeero, muy largo. Andar diciéndole Guillermo Moreno. De modo que opté porque se llame nomás Guillermo Moreno, pero que tenga sobrenombre. ¿Qué sobrenombre es regla del peronismo independiente, de nuestros valientes aguerridos luchadores de la libertad (ahora que lo pienso: qué pena que Grondona, Morales Solá sean tan jóvenes: ojalá hubiesen vivido y trabajado de periodistas cuando gobernaba Videla, esos tenaces luchadores libertarios necesitaba, en aquel momento como hoy, el país)? Bien, un comentario que anda por ahí (se habrán dado cuenta que no respondo todos los comentarios: pido disculpas, los leo a todos, afano ideas, sigo sugerencias. Sucede que estos días de fin de año tengo mucho trabajo, demasiado) del genial Licenciado Baleno lo menciona: Guillermo Polémico Moreno. Así que ahí quedó, el perro se llama Polémico.
Ojo, es un perro de la calle, tirado de los pelos, ineficaz. Si fuese un caniche, algo con onda, de raza, posta, se llamaría TN. Aunque, pensándolo bien, me gustaría tener un canario. El canario TN, limpito, parlanchín, picaron, aparentando fragilidad, encerrado en una celda. Sí, sería lindo. Cuando tenga un canario se va a llamar TN. Y ojo que no es por TNmbaum. Estoy hablando de un canario. No de quien dice “me pareció haber visto un lindo canario”.