18 sept 2009

Antes de dormir la siesta


En la contratapa del suplemento radar estaba viendo una publicidad de la Secretaría de Cultura porteña que está a cargo de José Nun. Como si fuese un Centro de Estudiantes regido por Franja Morada, se anuncian una serie de actividades culturales para porteños, financiadas por todo el país. Esto, en sí mismo, no sorprende. Aunque sí da algo de malestar que se meta al pasar una actividad en Formosa, como para no se qué. De cualquier modo, en Formosa las clases altas y medias altas son menores cuantitativamente, y en ese sentido, es más aconsejable financiar la diferenciación de la negrada imperante en el país que practican las clases medias y altas porteñas, de modo que no tengan que destinar demasiado dinero de su renta para el consumo cultural. Esto es importante para todos. Porque si una señora de doble apellido va al Museo de Bellas Artes, sin pagar nada, nos vemos beneficiados toda la comunidad, todo el país. ¿O no?. Bah, la verdad, no me da ni para ironía. Voy a ser, recordando otra vez a la Franja Morada, propositivo: ¿No sería una buena idea cerrar la secretaría de cultura, dejar de pagar esos sueldos y esos subsidios, y dedicar ese dinero a una cultura popular, de la mano, por ejemplo, de la creación de bibliotecas, de computadoras comunitarias, de libros de textos, de programas serios y no para los amigos?

Sería mejor, en mi humilde opinión. Pero, así funcionan las cosas. Para los ricos, con guiño progresista, voz engolada y una altanería que en seis manzanas a la redonda parece que, cuanto menos, están haciendo por el país, por mí, por todos, nos están haciendo un inmenso favor y encima hasta les pagan poco. Puro verso, puro chamuyo.

Horacio González a la secretaría de cultura, ya. O Luis Delía, mejor. A ver si dejamos de quedar bien con la puta que esté al frente del Museo de Bellas Artes, con los ex ibarristas ahora subsidiados por Nun, con las consultoras privadas (¿Nun?: uuuoopa) con las agrupaciones universitarias porteñas que vienen currando con “la cultura” desde hace 10 años. A ver si, en una de esas, mudamos la secretaría de cultura al norte del país, donde hace falta, y si los chicos de escuelas privadas y luego universidades públicas tienen inquietudes vanguardistas y ocios estéticos que papito se los garpe. Me calenté. Me voy a dormir la siesta. Por ahí me despierto plural y abierto. De piernas.

27 jun 2009

elecciones

17 ene 2009

Si el campo es la patria yo soy boliviano.


1) Urribarri retrotrae la situación impositiva de la patronal subsidiada a valores ridículos por lo ínfimo. Los pobladores urbanos de Entre Ríos, muy de acuerdo, pero en contra de pagar más por los servicios. ¿Cómo? ¿Y entonces, quién paga el subsidio al capital agropecuario?
La restauración conservadora se huele en el aire. En el mundo de ciencia ficción, donde viven los que operan, concientes o no, para la clase decisiva de la historia, figura el post kirchnerismo para dentro de tres años, previa victoria electoral en el total de país pero derrota en la parte blanquita, la declaración de Enchastro Agropecuario, traducido, que no pagen un mango de créditos e impuestos el capital subsidiado que reniega con las vacas gordas de la presencia del estado y lo pide a gritos y en bandeja cuando las vacas son flacas. Pasa que el campo es la patria, pibe. Las vacas, siempre son de la patronal, las penitas, son ajenas.



2) Alguien tendrá que pagar el subsidio al capital que andate conchuda y el partido justicialista y el partido radical y el partido socialista reparten indecorosamente al empresariado subsidiado. Las ya viejas estructuras de tibios frenos para la brutal regresión en la distribución del ingreso que propone esta patronal subsidiada, ya no resisten más. Se viene la operación ideológica definitiva para romper la tranquera que impide retroceder a 1.880 la dignidad hasta hace poquito acorralada de la patronal campera. Se huele en el aire. Los manotazos por izquierda –la culpa es del gobierno que no tuvo eficacia para sentar las bases estructurales para el desarrollo- siempre llegan después que las guasadas de una derecha, sencillamente, brutal. ¿Se imaginan si andate conchuda le decía “pajarón” a Llambías? Juicio político a la esposa del tirano. Qué país, el pajarón de Llambías es víctima de no se qué patraña que en venganza a no se quién comete la violencia dictatorial, ja, contáselo junto al rabino Berga a los palestinos, a ellos los puede entretener tu historia.
Mi dios. Quién lo hubiera dicho.



3) ¿Cómo es Carrió eso de que en el siglo 21 ya no hay derechas e izquierdas? Yo huelo una restauración conservadora, una prédica anodina por la desaparición del estado si hay vacas gordas y estado elefantiásico si hay vacas flacas, en el siglo 19 y en el 20 eso era la derecha, ahora es la moral, el diálogo para subsidiar los capitales más rancios de los explotadores más brutales antes era Roca y Pelegrini, ahora es la torpe prosa de un personaje metido de prepo en una historia que no escribió, y tiene el ridículo nombre de Cleto; se clama a gritos, se imagina en el 2011, se le pone la firma a la vuelta a la normalidad de ayer, ¿de cuándo?. ¿Subsidiar la patronal más atrasada, explotadora, que estanque el país? Eso no se discute. El problema es con quién. Si con el vocabulario de un tipo jamás polémico como Macri, (que ahora es hasta un hombre de prestigio!), o con la mediocridad de Binner o con la experticia en aguas de Reuteman. Tenemos, también, en el prospecto a Julio Cobos, hombre que viene a pacificar el país.
Todo huele a Roca. Huele a Pelegrini, huele a Uriburu, ¿No era que en el siglo 21 habían muerto las ideologías?
Todo huele, convengamos, mal.
¿Es esto, entonces, lo que nos espera? ¿Nadie dirá nada cuando se repite que el mundo demandará nuestros alimentos? ¿Es joda, porque lo que dicen está fuertemente cargado de ideología, es un clarito pensamiento de derecha brutal, atrasado, que nos condenaría a una decadencia irremediable, es, repito, joda?
Occidente se derrumba a pedazos mientras aguanta con el verdadero respirador artificial del capitalismo: la masacre de oriente; y acá, mientras las páginas de economía se llenan de siempre insuficientes subsidios voraces al capital, en los programas de TN se trata la crisis como si fuera un problema de soberbia de la esposa del presidente de facto. Libertad a Nelson Castro. ¿No habrá que desempolvar los manuales sesentistas de las corrientes de desmanicomialización para clamar por la libertad de Nelson Castro? ¿No habrá que leer a Artaud para digerir los diagnósticos televisivos de la salud de andate conchuda? ¿Es serio, no será un sueño, tanto perdimos cuando ganó la Patria, con la Mesa de Enlace al frente, tanto perdió el país, nadie está arrepentido?
¿Censuraron a Julio Cobos, es joda?



4) Mañana, cuando los siempre inocentes constructores de esta derrota cultural, en este país donde nadie renuncia a ser progresista y de clase media, mañana, cuando se rasguen las vestiduras, y vuelta a remar contra la normalidad, el moralismo corporativo, la restauración conservadora, mañana habremos aprendido muchos cosas.
Una, muy importante, es que se bajan del barco a la primer turbulencia los que quieren representar la superación del pensamiento grasa, ese que irremediablemente somos. Basta verlos desfilar en el programa de TNmabum a los progresistas sin memoria ni pasado. Sin memoria, sin pasado, por eso son la superación de esta gronchada.
Otra, que el partido justicialista, ese conglomerado de partidos provinciales, renunció a las banderas de Perón y Evita por la actualización doctrinaria para la toma del poder, que huele a menemismo en todos lados.
¿Qué es, entonces, lo que queda?
Ni idea, quizás nada.


5) Estoy pesimista. Sí. Pero es que este lobby feroz, en cadenas de difusión privada, esta desafiante sinceridad racista, clasista, que grita a los cuatro vientos que el estado es de la patronal para cuando lo necesite, y que la excepcionalidad histórica de la impostura debe terminar cuanto antes, esto, la verdad, me hace poner pesimista. Si el campo es la patria, yo no soy parte de este país, lo estoy usurpando, lo tomo de prestado, debería agradecer mi salario, caminar estas calles, haber vivido una infancia. Si la explotación de niños, si envenenar poblaciones, si hacer mierda los suelos juradamente privados, es nada al lado de las demandas patronales, la infraestructura servida en bandeja para que la patronal mande a los negritos gringos a llevar los alimentos para las vacas de la china, si yo debo estar agradecido, cantarle loas a los que traen el desarrollo al feudalismo, nosotros los rehenes del clientelismo debemos esperar la inmensa generosidad que saldrá en algún día de la mano sencilla y bondadosa de la patronal, si el campo es la patria. Si las calles de tierra, si los amigos de la infancia, si las novias que me olvidaron, si los sueños que me dejaron, si las aventuras que no hice, si eso de pronto no es mío, si eso es prestado, un error, un recreo.
Si el cura, el milico, el gaucho, si somos, qué grandeza, los que alimentarán las vacas de todo el mundo, el mundo, miralo, nos aplaude, y vos te quejás, siempre crispado, siempre peleando, siempre sacado. Incapaz de construir riquezas, incapaz de construir un país, ni siquiera de trabajar en serio, te dejamos estar acá, y vos mordés la mano que te da de comer. Si el campo es la patria yo soy boliviano, soy africano en españa, soy paraguayo en la frontera con brasil, soy musulman en texas. ¿Debo pedir perdón, debo agradecer, tomar el último tren del oportunismo, ser, también, inocente?



6) Cantemos todos la canción de la importancia de la producción.
La lechuga en Santa Fe se trae, en estos días, de otros lados. El gobierno nacional subsidia a los empresarios más rastreros, explotadores de familias bolivianas que trabajan a destajo al lado de los prostíbulos con adolescentes paraguayas, en la zona inundable donde vive la negrada, y yo pago la lechuga doce pesos el kilo. Culpa de la sequía. Qué problema la sequía, no para mí, ¿o sí?. Sí, por culpa de la sequía yo pago la lechuga a doce pesos, los bolivianos dejan de recibir los 20 pesos semanales y los verduleros se funden. ¿Ahora entendés? Entiendo. Pero, una pregunta. ¿Porqué es un problema también para los empresarios que reciben subsidios gracias a la sequía? Pibe, no provoqués: siempre crispado, siempre peleando, siempre sacado.
Que vuelva el Lole entonces, que sabe de aguas. Que la legislatura decrete lluvia, que la conchuda haga algo. Si el campo es la patria, si el gordito que oficia de obispo bendice el arado en la Sociedad Rural y el batallón de milicos toca alta en el cielo, el equivocado debo ser yo. Infiltrado en la calma campechana, debería irme.


7) ¿A la ciudad progresista donde gobierna la delincuencia organizada y son todos sofisticados y se hundirán irremediablemente porque, no lo saben, pero si el campo es la patria, Buenos Aires pronto deberá rebuscárselas con la negrada que le va a invadir las calles, irme ahí?. Una idea, Durán Barba: hay que poner un muro después del barrio de caballito y regalarle el resto a la provincia de Buenos Aires. Te quedás con el puerto y la aduana, pero no va alcanzar para todos. Ya no. Porque señores, el campo es la patria: ¿no deberían salir a festejar este giro ideológico que desanda la maldición de estos años, los formoseños? ¿No se enteraron los campesinos indígenas que mueren por los agrotóxicos de las tabacaleras que hurra, el campo es la patria? ¿Serán tan boludos los campesinos misioneros que van a morir en villas del conurbano, de no comprender la importancia de ampliar la frontera agropecuaria para los yerbatales? ¿Tan papanatas son los santiagueños que se quejan de la gente armada que custodia los campos sojeros? ¿No ves que los asentamientos sanjuaninos no tienen títulos de propiedad y hay que sacar el oro para generar divisas y volcarlas en el desarrollo de Puerto Madero? ¿Qué importancia tiene un niño analfabeto recolectando arándanos en Concordia si esas frutas van a ser comidas a contra estación en los Estados Unidos? ¿No se enteraron que hay sequía las familias tobas del Chaco que mueren de sed desde hace años? Hurra, el campo es la patria. El obispo bendice el arado, la banda militar canta alta en el cielo.



8) No jodas, encima que te dejamos trabajar, que estás de prestado, es cierto. Siento que no debería calzar estas zapatillas, ponerme esta camisa, tomar un vaso de agua, escribir en este teclado, sin dejar de estar infinitamente agradecido. Los aplaudo, han ganado. Díganme que Chacho Alvarez ya se fue, y está claro que esto terminó.




El último, que nunca será Chacho, que apague la luz. Nuestros errores, hay que recitar, ahora. Los otros no tienen mérito, los progresistas se nos escaparon, ¿cómo van a ser culpables? La historia no es un dilema moral. Subite a la nueva realidad, allá va el último tren, que se lleva a los valientes progresistas. Y el obispo bendice el arado y la banda militar canta alta en el cielo. Sino tenés al peronismo disidente, la derecha moderna, o el narcotraficante colombiano, la honestidad de Macri, la buena voluntad de Cobos, hay para elegir, pibe. Subite al tren, esta vez, no llegues tarde. Ya sé que los negritos se quedan ahí. No hay nada que hacerle. ¿No es culpa del gobierno, pibe, que la lechuga salga doce pesos, los fideos cinco, la garrafa de gas cincuenta pesos, los alquileres sean abusivos, los únicos empleos para esta juventud de prestado sean a destajo en la construcción o soñar con ser milico? Tomate un taxi y alcanzalos, porque todo eso es culpa del gobierno. No seas boludo, quejate de la ley de glaciares y a otra cosa.



9) Qué vida, en Santa Fe, la de los quinteros bolivianos, mientras el patrón descansa en su departamento céntrico, si ellos no fueran tan atrasados y creyeran en dioses paganos, sabrían que el problema es político. Elijan. ¿Lo quieren a Reuteman que te inunda o lo quieren a Binner que te seca? Suerte que ustedes no votan, porque no entienden que de esa opción depende el 2011. Por eso, si el campo es la patria yo soy boliviano.


10) No renuncies al regimiento de patriotas si no es para irte a Francia. El campo es la patria, pibe, pero hay lugar para todos. ¿O acaso no convocamos al diálogo? A ver, sí, vos tenés los ojos un poquito verdes, aprovechá, ahí se va el último tren. Por la Ley de Glaciares, hasta la victoria siempre y en el nombre del padre y del hijo y del espíritu santo que el campo, pibe, es la patria.

16 ene 2009

Una buena y una mala


La oposición de “centro” como gusta definirse la derecha junto, cuándo no, a la izquierda boluda en post de grandes transformaciones de carácter estructural a través del diálogo y el consenso, snif, bien, decía que la oposición de centro está preocupándose, porque el gobierno le está socavando un poco la clientela. A eso se le llama recuperación de la opinión pública, asomar la cabezota de la línea de flotación o pragmatismo massista.
¿Es una buena o mala noticia?
Depende.
Para mí, es una mala noticia.
Para Massita, es una buena noticia.
Para el justicialismo, es una buena noticia.
Para Felipe Solá, Otto Vargas, Miguel Bonasso y Ernestino TNmbaum, es la GRAN noticia.
Para Mauricio Macri es una mala noticia.
Para Hebe de Bonafini es una mala noticia.
Para Martín Sabatella es una mala noticia.
Para Alfredo Buzzi es una buena noticia.
Para Mariano Grondona es una buena noticia.
Para el compañero Biolcatti es una buena noticia.
Para Julio Cobos es una mala noticia.
Para Hugo Chávez es una mala noticia.
Para el estado víctima del terrorismo, para Israel es una buena noticia.
Para el estado terrorista de Israel es una buena noticia.
Para Vilma Ripoll es una buena noticia.
Para los aspirantes, recibidos y colegiados en la clase media es una buena noticia.
Para los más pobres es una mala noticia.
Para los trabajadores de cuello blanco es una buena noticia.
Para los trabajadores en negro es una mala noticia.
Para los desocupados es una mala noticia.
Para Pino Solanas es una buena noticia.
Para Schiaretti es una buena noticia.
Para el Huevo Ceballos es una buena noticia.
Para Jorge Busti y Carlos Reuteman es una buena noticia.

El método de envejecimiento facial para bebés patentado por Charlie.




Resultados a los días. La verdad, tremendo. Charlie Boyle cumple un año, y yo lo hacía de 75!!!


Tremendo, y reitero, tremendo.

Relato de un náufrago

Me acuerdo de un profesor de la facultad, cuando yo tenía veinte años, que pensaba que yo era brillante (cuando no bebía, aclaraba, pero esa parte, bueno, no viene al caso). Me acuerdo de esas cosas, porque de las otras para qué acordarse. Y también me acuerdo que, a los veinte años, a los diecinueve y dieciocho, era un pelotudo.
No tenía las cosas claras, amaba desesperadamente, cogía apurado, me hacía drama por cualquier boludez y me la creía más, mucho más que ahora. Fijate. Y el futuro era una promesa y era un abismo, el futuro, aunque ahora no es psicoanalizado, a los veinte años era neurótico. (Ahora, ponele, sólo el presente lo es)
Las dos chicas de debajo de mi edificio, que deben ser hermanas, saluditos de paso (aunque no creo que lean esto, hoy día las pendejas tienen cosas más copadas para hacer, qué triste), tendrán dieciocho años. Son dos, pará, una pregunta: ¿las hormonas son medio redondas, no? tá, bueno, son dos hormonas con patitas, me hacen acordar a mi hermano cuando actuó de hongo en la escuela primaria (tá, no era gran actor, pero debían poner a todo el curso, así que, él no decía nada, actuaba de hongo ahí atrás. Mi vieja tuvo que fabricar un hongo del tamaño de un nene, y eso la dejó nocaut. Pero no me preguntés qué hacía un hongo el 25 de mayo de 1.810, porque no se trata de revisionismo histórico sino, atención a la juventud del Movimiento Evita, pasa que Joaquín era, lo reitero, muy mal actor). Continuará. Cada vez que, las dos hormonas con patitas (como esas patitas de pollo con queso que venden en gualmart y tienen gusto a betún con chicle de menta) me dicen hola señor yo pienso señor las pelotas, más señor serás vos. Hoy escribí, en dos documentos de word, que los treinta años me pasaron como un ladrón de carteras, y en otro que los treinta años me pasaron como un taxi en un día de lluvia. Estoy obsesionado, pero, doctora, no estoy obsesionado con la edad, sino con las malas metáforas, taré loco, ok, pero no me creo Napoleón, sino Ricardo Arjona, sé, sé, es grave lo mío. Ya no se me ocurre más nada que decir sobre los treinta años mientras se me van como una prostituta al terminar la hora. Así que no me digas más señor que vengo bastante calentito, pendeja tarada. Y tampoco son buenos los días, ¿no ves que algún día, tarde o temprano, te vas a morir? Bueno, pensá en eso, nena, y sacate esa sonrisa que parecés promotora de dentífricos. Chúa, Polémico, atak, al cuello, despedaze, Polémico, lomo a la pimienta, vamus. Sueño con eso. Señor, más señor serás vos.
espejito espejito vos me ves pinta de señor? espejito, decime la posta, los treinta años pueden pasarme como el horario de sacar la basura, pero no he hecho suficientes méritos para no ser considerado un señor? decime la verdad, por ahí me faltó, pero te puedo traer un currículum, de una.
Los períodos entre guerras, cuando una se va y la otra no llega, lo viejo que no muere y lo nuevo que no nace, son esta zoncera desatada. Una zoncera con frac, con moño, con cigarro, con pinta de Frank Sinatra. ¿Señor?
Pienso dedicarme a ser la década infame, el período de oro del capitalismo, pienso dedicarme a tantas cosas y acá estoy, Polémico, imprimiendo tu nombre en el collar. Sos, ¿sabías?, el primer perro con apellido. Guillermo - Moreno, suena bien, pero un poco largo. Por eso uso tu segundo nombre. ¿Y si las hormonas con patitas leyesen esto, y dejaran de llamarme señor? Sería lindo. Pero, convengamos, hasta que no escriba algo en serio, una tesis rutilante, calmadito y reflexivo no esas diatribas resentidas, contra el pobre y solidario Mariano T, ¿cómo era que se llamaba el negro de Brigada A? ¿no tenía un nombre también con T ? pero Marianote no es negro, nu chiquito qué te pasa, por dios y la santa virgen, sólo un patriota, pequeño o mediano, mediocre o pequeño defensor abnegado (ya me cae simpático, por cierto) de causas de las mayorías dentro de la asociación empresaria argentina, alta en el cielo va el águila guerrera. Posta, marianote, tus comentarios los imprimo y los guardo al lado de los pikles, las aceitunas, los tomates al ají, en fin, al lado de todas las conservas. A la derecha de los pikles, pero de onda, viejo. Somos amigos, no lo olvides. Sos mi musa inspiradora. Acá tenés un chavón que te aprecia.
El profesor que mentaba al comienzo estaba sorprendido por la excelente nota que había escrito para una revista que en ese entonces dirigía MI amigo elúnicomaoístaquesonríe también saluditos porque él sí leerá esto, defensor de los pequeños y medianos delincuentes, de las causas nobles como el noble repulgue y el inminente argentinazo, Polémico, ¿de qué te reís? má repeto loko a mi amigo tamos eh y largá la birra Polémico que te ponés pavote.
Los otros días, en el bar Kusturica, cuando me había tomado hasta el pelo, y por eso me quedé casi pelado, frustrado y recontra mamado, no va que los encuentro a los otros periodistas que trabajaban en esa revista y me recordaban esa nota y deschavé todo, ay la cerveza, la cabeza, la cereza, ¿algo más con eza? sí, una frambuesa, pero la cagada es que va con ese y no con zeta, pero bue, otro intento, a ver pancho ibáñez si lo digo bien: los treinta años me pasaron como la sombra de un gato negro en una noche de tristeza. Aplausos. Gracias, gracias. se lo dedico a dalma y yanina.
Las entrevistas, la investigación, todo fue porque el que tenía que escribirla, extensísima como nunca he escrito ninguna nota que no vaya derechito a la imprenta para salir como un libro y arrepentirme al otro día, el que tenía que escribirla no lo hizo y faltaba una noche para el cierre y bueno, camarada pukdaysmentekustián. Adoro, en serio, esa nota. En una revista marginal incluso, y la adoro. Ahí me di cuenta que las dos campanas, la investigación, el rol estelar, la caridad bien entendida, la demolición de los malos, el chamuyito para levantarse minas, en fin, todo lo que es el periodismo me aburría soberanamente. Ese sí, fue uno de mi aciertos tempranos. Casi lo único bueno de cuando era un boludo, cogía mal, amaba deseperadamente, el futuro era neurótico y creía a pies juntillas todo lo que diga koprotkin (¿se escribe así?), garantía y calidad. Una boludez, otra más. Ya superada. Después seguí en eso, porque no conseguía salarios haciendo otra cosa, y trabajar no es algo con vaya con mi personalidad, lo probé con un test. En una revista Para Tí, doncella. La revista que le compraba –yo la pagaba, ella la elegía, lo juro- a mi hermanita, Para Tí Teens, una gansada. Tenía un test, que hice: ¿Será usted, adolescente nervioso y soberano papanata, será usted un trabajador de sol a sol que honrará la Patria o será un haragán que viva de un plan social defendiendo al kichnerismo? A que no sabés qué me dio como resultado. Lo tomé al pie de la letra. Hielito, chin chin, y me lo tomé. Qué otra cosa podía hacer. La próxima vez que me digan hola señor le voy a decir me llamo lucas y dígame licenciado. Porque los treinta años podrán pasarme como una derrota en la quiniela, pero, camarada, el futuro es ahora una pelea de box donde ya soborné al contrincante. Chin Chin. Aplausos. Muchas gracias. La gente se va contenta. Desarman la utilería. Se quitan el maquillaje. Brindis. Bueno, quedamos para mañana. Ahí te buscan. Llaman desde la puerta a tal. Apagan las luces. Se llevan el último ruido.
-¿Te acerco, Lucas?
-No, andá no más.
Y apaga la última luz.
Me siento en una butaca.
Prendo un cigarrillo.
Y hago, antes de terminar este relato, algo muy importante: cruzo las piernas, y tiro la cabeza para atrás. Así tiene mejor sabor el cigarrillo.

15 ene 2009

Orquesta de señoritas.

Recuperé una grabación del Cuarteto Zupay, cantando canciones de María Elena Walsh. Quizás, Walsh ya merezca, en mi cabecita loca, una reconsideración. Lo confieso, me caía mal. Iba en dupla con los grandes mitos alfonsinistas, junto con, cuándo no, Ernesto Sábato, el anunciador crónico de su pronta muerte, cosa oscura que no se cumplía, pero bue…él la seguía anunciando. Acá los lectores dicen que es porque, por fin, va a escribir un libro. Será. Cuando leí los libros de Sábato, tempranito en la adolescencia, antes de tener que leerlos para el colegio (no me pasó lo mismo con García Marquez, tuve que leerlo –no lo hice- primero para el colegio: así que desde ahí, pobre, lo detesto soberanamente. También tuve que leerlo para la facultad y, nuevamente, no lo hice. En fin, quizás algún día lea, por lo menos, la novela preferida de la pequeña que ahora es un monstruo grandote, cien años de soledad, la zorra se fue dejándome a Braden y a Polémico, y ahora soy un padre apesadumbrado: chicas, acósenme, que ya no puedo alimentarme solamente de fantasías, qué bien que lo dije, no?) me gustaron, lo admito (los libros de Sábato, de eso hablaba antes de un extenso y conspirativo paréntesis). Tenía, ponele, 14 años, y bueno, me parecía, Sábato, todo lo que él quería parecerme: profundo, existencialista, arrojado al abismo, inteligente. También me gustaba Sumo, así que no se si era un muchachito muy cuerdo en aquellos años.
Pero Sábato, el gran acomodaticio de las coyunturas políticas, avalando dictaduras, diciendo, a veces, cosas inteligentes, otras para Doña Petrona, no sé, igual, es algo personal, y punto. En ese combo entraba María Elena Walsh, siempre altanera en un reportaje, reiterativo y de esa clase de reportajes petulantes que anuncian La Gran Verdad del País de Una Persona Valiente, cuándo no, en el diario La Nación.
Así que me caía mal. Recuperó puntos en mi estima (avísenle que recuperó puntos en mi estima, supongo que lo considerará muy importante, porque descuento que le interesará saber qué pienso yo de ella. Bien, no le interesa, y está bien así, porque mis juicios son apresurados y nunca bien fundados y además, porque en última instancia, quién soy yo. Pero ya deschavado, como MEW fue parte de mi infancia, y porque es petulante el marco donde la presentaban, quizás ella no, bueno, para que el mundo sepa –sé que lo está esperando, el mundo, a lo que a continuación digo: nadie es más insoportable que Beatriz Sarlo. Ya me hinchaba las pelotas su sofisticado chamuyo, su soberbia, ya me rompía, en los noventa, así que imaginate) decía, con un disco donde varios músicos de rock (Los Pericos, por ejemplo, Patricia Sosa, Pedro Aznar) cantaban canciones de ella al lado del Cuti Carabajal, Serrat (Orquesta de señoritas), León Gieco (que como siempre, interpreta bien: pero la interpretación de la canción en homenaje a Aute supera todas las otras), Jairo, Ana Belén (que hace una versión de Barco Quieto sencillamente genial), Victor Heredia, en fin, grandes músicos.
Y estaba, también, ese casette negro con franjas verdes donde ella cantaba canciones infantiles. Escuchado ahora, a la distancia, de mi primera tanda de músicos –Los Parchis, Carlitos Balá, las canciones de Pepe Payaso (que un día lo encontré en un velorio, y fue desopilante) y su Ratontito, María Elena Walsh- la única alejada de los conservadurismos que todavía pegaban como resaca de la dictadura, era María Elena Walsh, MEW. Incluso, en la segunda infancia –Yoni Tolengo (una vez gané un premio en una feria, bailando esas canciones), Festilindo (que fui a verlos, a esos que estaban ahí arriba del escenario tapandome a mi gran amor que se llamaba, creo, Jimena), Los Pericos (y el ritual de la banana), Ignacio Copani (cuántas minas que tengo), todavía seguía con vida el casette negro de María Elena Walsh. Pero, ya a esa edad, no me gustaba mucho su voz, la forma cerrada de cantar. Como dentro de un estanque de agua. Y mi vieja escuchaba esas mismas canciones, y otras que yo no entendía mucho, pero cantadas por otros: el Cuarteto Zupay. Como siempre fui un niño caprichoso que lo que veía quería, me adueñé, entonces, de esa grabación del Cuarteto Supay, las vacaciones y el atardecer, y las canciones compuestas por MEW. Pero esa grabación está en el armario de las cosas perdidas. Al lado de mis ex novias y mis ex amigos, así que debe estar, también, en Facebook.
Esa es la grabación que acabo de conseguir. Digo algo, por ahí, controvertible; de La canción de la Cigarra (hay miles de versiones, por nombrar las de argentinos, se me viene a la memoria la de León Gieco, la de Jairo, la de Pedro Aznar…) la mejor me sigue pareciendo la del Cuarteto Zupay.
De ahí pasé, en esos años tan largos que fueron los de la infancia, a Silvio Rodríguez y Pablo Milanés en Argentina, con una canción –creo que era Ojalá- cantada nuevamente con el Cuarteto.
Yo no sabía de la derrota sandinista, de la primavera democrática, de la crisis de la deuda latinoamericana, del Club de París, del destape español, pero estaba, verás, en ese clima.
Al escuchar de grande las canciones que escuché en la infancia, las de MEW, me doy cuenta de eso que, seguramente, no me parecía importante ni podía, digamos, deducirlo siendo un petisito congelado en el portarretratos del living familiar, peinado a la gomina con raya al costado, pulcra camisa blanca, las manos juntas y rezando y un penacho me cuelga de una manga de la camisa: era la comunión; yo trato de ver en esa foto un toque de picardía en mis ojos más verdes que ahora y no la encuentro, siendo franco; en ese momento, no podía darme cuenta que escuchaba canciones que tenían, agazapados detrás de una tetera que habla en inglés, elementos distintos a la cultura conservadora que todavía impregnaba las costumbres.
Somos la última generación criada en la dictadura. Nuestros hijos crecerán con maestras formadas en la democracia, con padres que se despojaron de la dictadura, con abuelos medio complicados, pero adaptándose.
Quizás, como efecto de esto, desaparezcan las canciones infantiles, queden las bandas que escuchan los adolescentes, como, en nuestro país, Arbol, Miranda, y sean manoseados por creativos de agencias multinacionales, produciendo a escala porque así funciona la cosa, según Adan Smith en un capítulo de La Riqueza de las Naciones: las escalas las determinan los tamaños de los mercados, y reducir costos será, ya lo sabemos, la guía de la industria cultural. Como fue siempre desde la era de la reproducción técnica del arte.
La canción de bañar la luna puede o no trascender, de este modo, las generaciones, acaso como nostalgia, acaso se recupere y actualice (nada fenece en las industrias culturales: esa es una de las tácticas del vacío y la extensión de la ilusión del presente) y seremos más o menos concientes del paso, inexorable, del tiempo, de la imposibilidad de recuperar ese pedazo de vida que queda, para siempre, en el pasado y como inasible. No sé, me fui por las ramas. Puede suceder, o no. Y en todo caso, no tendría mayor importancia. Todavía, en la puerta de la casa de mi infancia, hay un jacarandá, y todavía me río, con al escarapela hecha de jacarandá. Formando, tomando distancia, primero o segundo en la fila, cantándole a la bandera, cagándome de frío, de pulcro guardapolvo, peinado con raya al costado, pensando que no hice la tarea, que no me confesé, que no traje la escarapela. Podría haberme hecho una, con un jacarandá. Pero, ahora, con las entradas en el pelo revoltoso, la barba mal cortada, la mirada cínica y teniendo que tomar distancia, ya no con el brazo derecho en alto como un saludo nazi, sino por el paso del tiempo, ahora, lo único que me queda son las ganas (ya no tan fáciles ni espontáneas, pero no, tampoco, reprimidas) de reírme, como el jacarandá.

Cosas que pasan.

Me desperté, como siempre, al mediodía, con el sol entrando por la ventana. Un sol de 15 de enero no es cualquier sol, es un sol crispado, agresivo, violento, en suma, un sol que viene a quebrar la armonía preexistente amenazando con quebrar la paz social, por supuesto violando la república y el contrato moral. Pero uno es en el fondo un conciliador, concertador, consensuador, y otras cosas con dor de esas que aman los periodistas independientes. Así que abrí los brazos para recibir al sol, y ahí la golpeé. Sin querer, claro. Entonces me acordé, anoche, uh. Y ahí estaba, con un corpiño negro, una bombacha blanca con dos patitas de perro dibujadas en cada nalga. Y un tatuaje en el cuello, algo incomprensible.
La dejé que siga durmiendo. Preparé un desayuno frugal, con todo lo disponible en mi cocina (preparé el mate, digamos) y puse Oh Pato de Toquinio y Vinicius y canté, con mi vos de barítono, Oh Pato (Urribarri) cuak cuak. Y la mina, che, no se despertaba. Yo tenía que salir. Así que dulcemente, le toqué el cuello, en la parte del tatuaje, nada. Che, le decía, porque no me acordaba el nombre, che, de nuevo, la sacudí un poco más, y un poco brusco, y dale otra vez, loca de mierda despertate. Y nada. Una patada en el culo, y nada. Me cansé –pierdo la paciencia con relativa facilidad- y le tiré un balde con agua. Me arrepentí al toque: la cama me quedó mojada. Y la mina, nada. Ahí me preocupé. La di vuelta, linda mina, debe ser cierto que estoy más flaco y tengo un chamuyo gladiador. Le abrí el párpado. Esta mina, me di cuenta, está muerta. Y ahora qué.
Buena pregunta. Calma.
Veamos, la situación no es tan grave. Tengo una mina muerta en mi dormitorio. Pero yo no fui. Digo que no la conozco, que no sé quién es, ni cómo vino a parar acá, llamo a los padres y que se la lleven. Cambio las sábanas y listo. Llamar a los padres, qué gran idea, debería figurar al lado del invento de la pólvora, la luz eléctrica y el programa de Luis Majul. Cómo mierda llamo a los padres si no sé cómo se llama. Boludo, revisale la cartera, toda mina tiene una cartera. Puede no tener tetas (como esta mina) pero seguro tiene cartera. Abajo de la cama encontré la cartera. Un peine, unos cigarrillos mentolados, un espejito, papel para sonarse los mocos, setenta pesos que me guardé en el bolsillo, un reloj, nada más. Pará, toda mina, puede no tener tetas pero siempre tienen un celular. Y una cuenta en Facebook. Eso no falla. Dónde mierda tiene el celular, lo busqué por todos lados, le bajé la bombacha incluso para fijarme, me tenté pero la dejé pasar. Calma. He salido de problemas peores, una vez, sin ir más lejos, me llamaron al frente y le agarré sin que me viera el cuaderno al banana de al lado y presenté esa tarea. Por suerte al pibe no lo llamaron, porque sino presentaba una tarea ya corregida, quizás lo amonestaban o, algo peor, me descubrían. Calma, tengo que hacer algo con el cuerpo, nada más. Pero si tengo que sacar el cuerpo del departamento no puede ser al mediodía. Tiene que ser de noche.
Me fui a trabajar y a media tarde llamé al teléfono de casa, por las dudas. No atendió. A la noche, terminé el vino que estaba sobre la mesa, brindé por ella. Busqué una bolsa de residuos de esas de consorcio, negra y grande. Con un esfuerzo demasiado para mí, sudando, logré meterla adentro. Vivo en un tercer piso y nunca hice tanta fuerza, la llevé arrastrando por la escalera (no hay ascensor) puteando porque hacía ruido cada vez que golpeaba la cabeza contra el escalón. Me crucé, abajo, con las dos hormonas con patitas, las hermanitas Grimn, y las miré lascivamente. Dio resultado, hola señor y rajaron. Más señor serás vos, trola. Levanté el cuerpo y lo dejé en el árbol, al lado del cesto de basuras.
Cuando volví a subir al departamento, estaba nervioso, no podía dormir así que miré, otra vez, mi película favorita: Rápido y Furioso, un peliculón. Cuando terminó yo estaba llorando. Esa película, te juro, me puede. La policía me golpeaba la puerta, a las diez de la mañana. ¿Podés creer, a las diez de la mañana? Estos milicos son tan maleducados, pero bue, atendí, me cuadré. Ni idea. En serio. No te lo puedo creer. Y cómo se llamaba. No la han identificado. Anoche estuve acá, leyendo, tranquilito, no, no vi nada. Bueno, ví que sacaban una bolsa negra, pero pensé que era basura nomás. Las chicas del primero, son dos hermanas, pero yo vi eso nomás, ellas sacaban una bolsa. ¿Les ayudo? les pregunté. No, gracias, señor, me dijeron. No, miento, no me dijeron señor, me dijeron joven, parece que las minas esas tienen onda conmigo. Che, así que mataron a una chica. La verdad que están cada vez más locas. Yo sospechaba que no eran normales. De nada. Cuando me llamen al juzgado, sí, oficial, soy un buen ciudadano, pero mire, la verdad, estos jueces, a que entran por una puerta y salen por la otra. Por eso te digo, hasta que no pongan la pena de muerte. Yo siempre digo, no?, en este país hay que matar dos millones de personas, y me quedo corto. Muy bien, taluego.
Te juro que Rápido y Furioso es un peliculón.

14 ene 2009

Cadena de oración posta y post


Sí, señor, apareció la cadena de oración, y desde este blog lanzamos la campaña Subsidiando al Capital y adherimos a los rezos y lanzamos, otra cadena de oración, esta vez virtual, si quieren, pueden subir el logo de la campaña (la foto que está ahí arriba) en los fotologs, ponerlo en la mesa de luz o en el rinconcito de las ex novias donde ahora, guau, se suma Artemio López, mírenlo.


sin dioses ha dejado un nuevo comentario en su entrada "La vieja está en la cueva":





Desde Rosario salio la posta milagrera:

Dios Padre providente y generoso, que 'cuidas la tierra y la riegas' y 'cuyos canales están llenos de agua', concedenos la lluvia que tanto esperamos:

la lluvia que nuestros campos necesitan y que nuestros animales aguardan.

Que el agua llegue a nosotros como una bendición del cielo.

Te lo pedimos, por la intercesión de Jesucristo, Nuestro Señor.

Amén

http://rafaela.com/portal/modules.php?name=News&file=article&sid=12530

No se emocione tanto, que casi me emocione yo!!

13 ene 2009

La vieja está en la cueva

Ya los veo a los diputados entrerrianos, sumados a las cadenas de oración, en pleno recinto, para que llueva.
Sí, hay cadenas de oración (sinceramente, no puedo parar de reírme) porque, por culpa seguramente de la andate conchuda, no llueve y eso, ya sabemos, no pacifica el país. Los subsidios no alcanzan, en fin, ya lo sabemos, todo mal. Y si bien Cristina dijo en un principio que no iba a ser la genderme de la rentabilidad de los empresarios, ahora, por suerte, está mas dialoguista (saluditos, che, cómo adoro el diálogo, lástima que, salga tan caro, no?). Bueno, la conchuda mandó guita para los empresarios improductivos, pero no alcanza y te piden, qué conchuda, que blanquees impositivamente una partecita. Así que tenés que hacer figurar a algún peon analfabeto como que es pequeño productor, pero lo jodido es que tenés que tirarle algo, un cien, ponele, porque si le das más se lo chupan. Vos viste como son, estos bolitas.
Pero desde humilde espacio quisiera llamar a todos a sumarse a las cadenas para pedir que llueva, porque los productores, lo merecen. No serán unos santos, sí monsantos, pero eso sí son pacíficos, patriotas, buenazos, sencillitos, no entienden de papeles (impositivos) pero trabajan de sol a sol, disculpen que me emocione, ya pasará, estas lágrimas, ay, perdón, chau.

Subsidiando al Capital

Las dos noticias, ayer, más destacadas del diario el Litoral de Santa Fe (ni ganas de poner el link, estoy muy lejos de casa y un poco en otra: pero, en estos días vuelvo a las andadas) demuestran la sensibilidad del socialismo santafesino y la izquierda peronista que gobierna el país.
Una de las notas dice que el viceministro de producción de la provincia, él, ju, informa, el viceministro provincial, que les darán a 40.000 empresarios improductivos, jodidos por el gobierno (obviamente, si no llueve, es culpa del gobierno y a diferencia de los pobres e indigentes, merecen un subsidio decente, porque ellos, verás, le hacen bien a la patria) cinco mil pesitos en el bolsillo. La plata sale de la Nación, pero lo anuncia el funcionario provincial. Esa es una buena noticia, la otra, es que más de 40 empresas santafesinas solicitaron al ministerio de, ejem, trabajo de la nación, subsidios para pagar a los trabajadores, garantizar la plusvalía y obvio, chuchi, negar el concepto ya arcaico de reisgo empresario, competencia y todas esas pavadas que (ellos) decían en la década del noventa.

Muy lindo, todo.

Entre los socialistas y los montoneros, para robarle banderas a la derecha del PCR y el MST, seguiremos subsidiando el capital. ¿No es lindo este país? Suerte que yo estoy del otro lado de la cordillera, donde un socialista santafesino es, comparado, un revolucionario, que si no...

12 ene 2009

Los desafíos del campo (según la patronal)

Traducido al castellano: van a poner más guita en la Cadena Nacional de Radiodifusión Privada.



Campo, comunicación y participación: el gran desafío


Daniel Pelegrina.


(DIRECTOR SECRETARIO DE LA SOCIEDAD RURAL ARGENTINA)

El gran resultado del 2008 es haber puesto al campo en las primeras planas del país por mucho tiempo, pero este año presenta el desafío de incentivar la comunicación y lograr altos niveles de participación general y política.
El año que terminó le dio al sector agropecuario la posibilidad de tender puentes, para explicar quiénes somos, lo que hacemos y queremos al público, al que a veces es difícil llegar.
Las dificultades de comunicación se presentan porque históricamente el sector no ha sabido desarrollar políticas en ese sentido. Hay círculos viciosos para romper: estábamos acostumbrados a reconocernos como un sector de bajo peso específico y disminuido poder de comunicación.
Antes del conflicto, desde las entidades veíamos estas falencias en la comunicación, un déficit con el gran público, y veníamos trabajando en proyectos que se aceleraron justamente en 2008.
Este año que pasó ingresamos en una dinámica poco conocida para nosotros y si no estábamos preparados, aprendimos sobre la marcha: arrancamos con las conferencias de prensa, los mensajes; así, con algo de asesoramiento, comenzamos un aprendizaje de prueba, error y bastante coraje.
Después del conflicto, del cual ya se ha hablado muchísimo, al sector y a la Comisión de Enlace le quedan dos desafíos fundamentales: uno es la comunicación y el otro la participación.
Debemos mantener vivo todo este canal abierto, con el público, con los productores y la ciudadanía en general para seguir de esta manera provocando la sinergia que culminó con los actos masivos en Rosario y en el Monumento a los Españoles en esta capital.
Digo que fueron la culminación porque en esos actos había mucha más gente que se sentía identificada con el mensaje que estábamos pasando nosotros.
El mensaje es de dignidad: no vamos a arrodillarnos como querían; de justicia, en el sentido de que queremos ser tratados con la misma vara que muchos otros sectores, por ejemplo que las retenciones no sean un impuesto discriminatorio.
También es un mensaje de federalismo; de la familia vinculado con la identidad agropecuaria que es la de la cultura del trabajo que se ha perdido mucho en la Argentina y que hay que recuperarla.
Me parece importante destacar que trabajo en el campo significa mucho, es estar “mano a mano” con la gente, con los vecinos, con los empleados, comunicándonos permanentemente.
Recuerdo que en el conflicto intentaban divorciarnos de todos los que son nuestros trabajadores, nuestros colaboradores. No hay peor disparate: como productores, todas las mañanas, nos levantamos, conversamos, vemos cuáles son los planes del día, que pasó, lo que vendrá, si hay que realizar una tarea de emergencia ya estamos todos juntos tirando de la pata de un ternero que no puede nacer. Esta es nuestra identidad.
Para el 2009, nuestro desafío es ya empezar a armar campañas de comunicación organizadas sobre temas del campo. También es construir que no somos “quejosos” y que hay propuestas y un enorme entusiasmo y ganas por demostrar lo que el sector es capaz de hacer por el país.
La participación en los niveles de decisión y en política general es el otro desafío como otras regiones que tienen al sector agropecuario pujante en todos los estratos.
Deberemos cubrir desde los fiscales de mesa para que las elecciones sean auténticas y no hayan problemas allí y de ahí para adelante hay campos enormes de participación porque convocaremos a los mejores, a los que estén dispuestos y los respaldaremos.
Sabemos que en pocos años podemos multiplicar todas nuestras producciones, al margen de esta crisis que se va a revertir, el mundo va a necesitar los productos argentinos y ahí estamos nosotros con una cantidad de condiciones humanas y la capacidad de labor de la gente desde el que agarra la pala hasta el que otorga un crédito.
El desafío es que el sector agropecuario sea el motor de un país distinto.

11 ene 2009

El TEMA de la lechería

Fernando Cassia ha dejado un nuevo comentario en su entrada "La Kirchnerísma explicada a los padres.":



Excelente. Pero ojo, que Pancho Ibáñez ya anunció que junto con La Nerviosísima, ya presentarán una denuncia judicial por apropiación de nombre: "Eso de La Kirchnerísima es una estrategia perversa por confundir las mentes de los consumidores, los más pequeños, a los que La Nerviosísima tiene siempre en mente, cada vez que achicamos el envase de Dañoniño o cuando aclaramos que se nos escapó un poco de agua oxigenada mezclada con la leche."

"El tema de la leche no es joda, y nosotros por algo somos 'La verdad lactea'. El consumidor debe decidir si quiere poder ir regularmente al baño como Maria Laura Chantillán o creer las mentiras del INDEK, usted decide" dijo pancho mientras hacía como que tomaba de un vasito de Actimel (evidentemente vacio).

FC

10 ene 2009

Horacio González responde a Libres del Sur

Viernes 9 de enero de 2009
Sobre la carta de Yuyo Rudnik. Por Horacio Gonzalez.
Lo político se mueve siempre, todo está en movimiento. La carta de Rudnik y Libres del Sur tiene gran interés y creo que es necesario responderla en lo que debemos llamar un debate entre compañeros. El tema, para mí, es uno solo.
Qué es el kirchnerismo, aceptando que esa palabra de uso común involucra ciertos actos, algunas definiciones, una memoria de lo ocurrido hasta acá, y sobretodo, un conjunto de fidelidades que no en vano se han cimentado.
No están exentas de mudanza, porque son fidelidades, es decir, reflexiones sobre la tensión del sujeto y sus perspectivas de verdad, y no meros axiomas de lealtad pringosa.
Pero si ocurrieran esas mudanzas, deben ser estrictamente fundamentadas. Si los diarios indican algo –en principio, las decisiones de dejar fluir o no dejar fluir ciertos aspectos de un debate- se trata siempre de un invisible tejido de época.
Así, el artículo de Claudio Lozano en Perfil de hoy o de ayer, debe ponerse al lado del escrito de Isaac Rudnik. Se da por cerrado el ciclo del kirchnerismo, y esto es un vocerío que recorre desde hace tiempo toda la emisión de consignas políticas, de derecha a izquierda.
Sería fácil escabullirnos del tema a la manera de los viejos centrismos, que se otorgan validez cuando se sienten atacados desde todos los flancos. Frondizi lo llamo "juego de pinzas". No es el caso, aunque la situación es parecida a ésa. Sin embargo, no debemos ser centristas, sino preguntarnos si vale la pena seguir manteniendo la idea de excepcionalidad –es decir, existe hasta ahora un agregado imposible de disolver en la cotidianeidad quebradiza de lo político- que fue lo que nos atrajo de este período histórico, post-2001.
Las razones para incluirnos dentro de una experiencia social relevante e irrepetible (aún cuando recoge viejos nombres) no son las del tablero político, con sus cuadrantes y su rosa de los vientos. Son las de la convicción, las del argumento renovado y la conciencia autónoma. Lo cierto es que se avizora en este momento una razón de "tablero" y es contundente.
El giro –en un tablero se gira o el giro se controla desde tableros- hacia la "derecha". Kirchner va hacia el partido justicialista –del cual es presidente- con la idea de no dejar ese costado a las decrépitas ortodoxias, pero eso implica costos.
Las críticas son conocidas y si se piensa rápido, compartibles, pero no interpretables así como así. Los "costos", es claro, son la otra parte del "tablero". No es bueno pensar así –la política como almacenería y balance contable- pero empecemos por algún lado.
La probable candidatura de Reutemann nos obliga a cierta futurología de corto vuelo. Si el país cayera en los cotos reutemanianos, sin duda sería esta una involución inaceptable, en dirección a la mediocridad sin apelaciones, la política por medio de operadores y ventrílocuos de ocasión, el festejo del laconismo supino hecho pasar como una sutileza del hombre parco, campesino –ya imagino a Grondona dando una interpretación sobre la paideia de buen paisano- y el reacomodamiento de todos los poderes tradicionales, justicialismo de por medio, en post de una república sensata, sin temblores, áurea-mediocritas, medio santulona, globalizada a mas no poder, otra que Barrick and Gold, por fin en manos de especialistas en soja y seguridad, continuidad del duhaldismo en su punto más rutilante, el misterioso fracaso de la oferta a Reutemann en el 2003.
Sería un reinicio dorado como si en el medio solo hubiera habido un mal sueño de verano. "Ahora sí puedo aceptar". Ahora sí, cuando es necesario dotar de filamentos más duros al viejo régimen y un conjunto de fuerzas coaligadas de la argentina conservadora y mediática exigen orden. Pero si esto fuera cierto, no condice con lo que sin embargo, se avizora en el 2009. Un conjunto de alianzas "justicialistas" que en algunas provincias van a tener listas compartidas con las del kirchnerismo: Córdoba, Santa Fe, Rio Negro, etc. Justamente, donde anidan los desafiantes del 2011.
Evidentemente, el justicialismo irá prendido con alfileres, espalda contra espalda. Así irán el "kirchnerismo" y la fuerza que en cada caso sea la que espera disputar el 2011. Esto supone una interna justicialista en las inmediaciones de ese año, que habrá que suponer muy dura, y en las que es de imaginar que Kirchner se ve con posibilidades para imponerse.
Pensamiento de la política tradicional, sin duda, aunque es difícil rebatirlo con un trazado alternativo hecho con regla y tiralíneas. ¿Y si no fuera así? Esta pregunta es válida no solo porque hoy es imprevisible lo que puede ocurrir, sino porque surge enseguida otra cuestión. ¿Consideramos que el kirchnerismo es un proyecto diferente respecto a la lógica política dominante?.
A nosotros nos parece que sí, basados en la memoria de su irrupción azarosa, su naturaleza contingente –lo que lo obligó a trascender límites costumbristas-, su aire aventuresco, su tanteo incesante, su deseo de explorar nuevas fronteras, su vocación de tomar grandes temas –derechos humanos, deuda externa, estatizaciones, nuevos derechos-, más allá de que fue permanentemente acompañado de la sospecha, por parte de una extendida "ética desmistificadora" a la Carrió –con su salsa de profesional de la denuncia obsesa-, respecto a que todo lo hacía por necesidades de fachada, no siendo otra cosa que el juego falaz que encubría una afición por la impostura.
Nosotros rechazamos esta última opinión y creemos que si cesa la experiencia kirchnerista –por acción exógena, errores propios o voluntad intrínseca- el país quedaría nuevamente en manos de los que hace varios años conjuran a favor de una Argentina hueca, ordenada según la cartilla neoconservadora.
Ahora bien, si el gobierno termina vaciado por esa persistente tarea de demolición simbólica, no muchas veces presenciada en la historia nacional contemporánea, podría concluir sus días en manos de una entente justicialista coaligada con partes nuevas de las derechas que proclama el ideal de vida más menguado que se pueda concebir, negocios globalizados, mentalidades obispales y tecnologías de seguridad. Para eso se lo horada desde todas las secciones del prisma político. Acusado de antirepublicano, corrupto, hitlerista, mafioso, todas las notas disponible de un ataque masivo en regla.
Entonces, en medio de una sacra vendetta, las capitanías y comarcas electorales que lo aceptaron volverían de la pesadilla kirchnerista, tornándolo una veta interna más, un "mal sueño", aunque si fenece como justicialista podría ser perdonado por el mal paso y que vayan otra vez a pelaer al interna de Santa Cruz, si pueden… o si quieren.
En esta hipótesis, sería derrotado por todas las fuerzas conjugadas del país contra los "adevenedizos", fuerzas encabezadas por ese mismo justicialismo que se animó a presidir y con el cual habría capeado el temporal del 2009. Pero tanto se habría aliado a lo que parecía su tabla de salvación, que ya no se diferenciaría de ellos.
Como la daga de cierto mítico archiduque, el justicialismo es la única daga que podía matarlo, pues "a la amante del Duque, solo el puñal del Duque la puede matar". ¿No habrá muchos que harán sus cálculos imaginando una dulce continuidad justicialista y pensarán en "salvar las papas" con un Scioli, un Solá, lo que sea? Como si Morales Solá y Lozano lo hubiesen previsto en simultáneo.
El fin del "consenso kirchnerista". Por supuesto, no son lo mismo ambas personas, difieren en su pensamiento último y en sus estilos de trabajo. Es obvio que el tipo de análisis económico competente que hace Lozano difiere del llamado a la restauración moral que hace Morales Solá. Pero aquí estamos hablando de los efectos indisimulables que ejerce la combinatoria de argumentos que desertifican por multiplicidad de ángulos el ámbito gubernamental. Y este parece sin proyecto, utopía o plan.
Le falta, como es notorio, un acto trascendente que detenga la sangría, y éste acto no aparece. El kirchnerismo actúa a la defensiva –aunque no lo parezca- con estilos de adhesión y cohesión al magma justicialista. Procura alianzas con los mismos con los que deberá debatir crudamente en 2011.
¿Era necesario el acuerdo con Rico, el veto a la ley de protección de glaciares, etc, etc? Son concesiones a una visión del desarrollo nacional que refleja la existencia de apropiaciones políticas estamentales, modismos tacaños que el gobierno acepta. Rico no es lo mismo que Reutemann, desde luego, pues en el primer caso estamos ante un callo histórico del militarismo nacionalista –con rasgos plebeyos y un insurreccionalismo de sindicato militar pragmático con vetas estereotipadas del sueño corporativo social y nacional- y en el segundo ante un conservadorismo de concesionaria automotor y prevenciones de una pequeña burguesía rural mezquina, barnizada por la monegasca Fórmula Uno (ahora está mas claro todo, y el que mejor lo vio fue Menem).
Volviendo: a pesar de no ser lo mismo Morales Solá –publicista de la derecha comunicacional- y Lozano –militante social destacado-, revelan las emergencias visibles de un fenómeno gubernamental que, por acciones conjugadas diversas, va perdiendo legitimidad en forma creciente.
No en vano la estrategia de Kirchner es retroceder y ganar aliento para un incierto momento, dentro de tres años, donde si la interna justicialista no da buen resultado –o sea: se concretaría el veredicto aciago sobre la expulsión de los "nuevos infiltrados", esta vez los pingüinos kirchnerianos-, al país le esperaría un nuevo ciclo de conservadorismo moralizante y neoderechas con cuello blanco o cuellos tatuados de empresarios políticos, a la Macri, a la Narváez.
Tendríamos un país sin perspectivas, con su rumbo dictado por el agrarismo de taimados mercaderes. Veamos ahora este dilema desde el ángulo de los nacionalismos de nuevo cuño, que postulan una economía nacional de los desposeídos y una reapropiación completa de las riquezas energéticas a fin de realizarlas en un vasto plan de inserciones sociales.
Estos sectores –que la publicística del diputado Lozano representa muy bien- merecen plena simpatía en sus proposiciones alrededor de la cuestión de la pobreza, la democracia energética y la crítica a las representaciones políticas caducas. Sin embargo, para realizar su crítica de estilo radicalizado –con la que no tenemos problemas- han debido concluir desde hace tiempo que el gobierno está tomado por una falsía de origen, una facticidad embustera.
Así, lo califican libremente de derecha", o "centro derecha", a fin de eximirse de las consecuencias de la succión quizás importante de votos que harán "por izquierda". Toda fuerza política tiene derecho a componer esta hipótesis y rechazar lo que aparecería como un "mal menor" en nombre de su válida creencia en un punto de partida propio y no relativizable por el "tablero".
Pero el tablero junta porotos con vocación empírica cuya grosería proverbial no repara en la conciencia noble de los que ejercitan un repudio amplio a la "derecha", apresurándose a colocar al gobierno en esos cartabones.
Incluyen al gobierno, sí, pero no tanto a la Carrió o a Macri, pues –no es fácil decirlo- a veces son presa del síndrome de toda oposición, donde cada uno encuentra la secreta solidaridad actual de quien puede ser su próximo enemigo. No nos quejemos de esta nota crucial del acontecer político de todas las épocas.
Contra el "mal menor" han embatido muchos partidos políticos en la historia, sin preocuparse por el argumento de que le hacían el juego a lo "peor". ¿Es éste el caso? Hay que mostrar que estamos ante lo mejor dentro del límite de coacciones que ofrece la historia. Pero lo mejor, por dewfinición, es siemrpe mejorable, so pena de rornarse el mal menor.
Demostración difícil que hay que construir. Por lo tanto, es menester demostrar que la actual configuración del mapa político debe presenciar una viva reacción del gobierno a través de propuestas novedosas que desenrieden el atolladero político. Habitar en el interior del justicialismo, si fuera tan solo eso, es el capítulo terminal de la experiencia kirchnerista, aún si se quisiera hacer de este aparato un "partido de nuevos pensamientos sociales".
Sin embargo, habitar sin tapujos y con explicaciones públicas convincentes el pliegue interno justicialista supone la obligación de lanzar proyectos simultáneos en cuanto a la valoración sensible y profunda de esa colectividad histórica. Es momento de un gran balance, no de módicas liturgias.
Pero al mismo tiempo hay que actuar en otras trillas de la realidad nacional. Ya lo insinuamos muchas veces: hay que revisar las concepciones desarrollistas y cientificistas banales, para pensar en un plan nacional de movilización que tome todas las dimensiones del problema argentino, incluyendo los problemas irresueltos del que habla el diputado Lozano y los que incluye en su carta el compañero Yuyo.
De lo contrario, razonamientos economicistas con pezpuntes un tanto demagógicos, por más que legítimamente progresistas, en combinación con el más formidable aparato de demolición simbólica que se conoció en la Argentina pos-dictatorial, dará lugar a un cese de lo actual y a un gobierno por fin de centroderecha, como dice Bonasso.
Pero no éste, sino el que verdaderamente va a actuar bajo ese nombre, no es necesario ilustrarlo al compañero Bonasso sobre ese punto. Y un nuevo "bloque de los ocho", que seguramente serán más, compañeros sin duda de nuestra estima, llamarán nuevamente en el parlamento para reiniciar la larga cabalgata.
No es que no estemos preparados para algo así, ni siquiera nos faltan acostumbramientos, pero cometeríamos una injusticia con estos años recientes, cuya crítica intentamos hacer con mirada productiva, sin duda más profunda que la del gobierno que produjo la novedad inesperada de estos años. No por eso no lo omitimos en un juicio propicio sobre el trecho que ha recorrido, improvisado, sí, pero superador de la política tradicional aún con los instrumentos de la propia política tradicional. Es necesario que ésta se renueve y el punto de inflexión todavía no lo hemos encontrado.
Ese punto es el que tenga mayor capacidad de convicción que los argumentos de las derechas del "fin del período" y las centroizquierdas sociales del "agotamiento del consenso". En ambos casos se pone el nombre: "kirchnerista".
Agotado, próximo a su fin. Si así ocurriera, por resignación propia, carencia de ideas o arrebatos entorpecidos de una memoria justicialista de corto vuelo, nos tendremos merecido tal retroceso, y a comenzar otra vez… en un país sin ideas ni valentía, con un Rally para las masas, con argentinos que salen a la calle abobaliconados por los tuercas de la globalización, con políticos que hablan por power point y del otro lado, con el mito nacional popular actuando como bancada lúcida en una nueva década infame del siglo XXI. Luciéndose en la tarea de detener las nuevas privatizaciones. ¿Eso querían?

Pero ya tá analizando si se va a acostar

uopa, ay corrientes aburrido como las palomas, pero el gurduuuuuu encuentra fiesta en cualquier lado, o se la inventa. Va, dicen las vecinas que no son chusmas, solo preventivas, va medio zigzagueando y se olvida el pasaje tanto como la tristeza, dicen que mi dios, paralo ahora...

Oupa pequeña, ya tá borracho el DJ

(es que, sabrás, hay que conservar el personaje)

El otro Gualechaychú.

No todos, como en todas las ciudades, son propietarios, che.

todo este ochentismo

y sigo, debería dejar, entre los varios vicios, las varias compulsiones, debería dejar -o consumir menos- el posteo. Y eso que en el ciber de Corrientes las teclas están borradas, y eso que (insisto), por ejemplo,nada importante tengo, en esta noche de chaparrones, por decir.
Y acá va, todo ese ochentismo, esas viudas nicaraguenses que somos por herencia.

El corazón en la corbata

La verdadera y bella canción del boludo. Que tiene el primo sagaz, que es gerente en la luna. Y me voy a acostar (ojo, tal vez sea sólo un amague, todavía tengo que cruzar desde casi Corrientes todo Entre Ríos hasta Santa Fe, y tantas son las ganas de quedarme mirando la ventanilla mientras el mundo transcurra y los párpados no se den por vencidos) Veremos.
Hay días, perdón, hay noches así. Ya veremos, como siempre.

El Mapa del colo

Loco, de una, no se puede leer dos post seguidos en ese blog. La patada de risa en la boca del estómago dice que no, que basta, mi dios, es desopilante y basta. Si sigo hablando del tema no puedo parar de reírme, sí: el fachismo de De Narvaez y la izquierda progresista es demasiado desopilante. Dale Solá, el olvidador, dale nomás que como dijo el gordo Cooke del ridículo es el único lugar del que no se vuelve...


(en serio no fue Cooke, y quién lo dijo entonces?)

http://elmapadelcolo.blogspot.com/

9 ene 2009

Escenas de egocentrismo patológico.

Es, creo, la tercera o cuarta (me acuerdo de tres y media) vez que me hablan de esta canción. Hoy en relación a un post anterior sobre un Pajarraco horrible, alguien que hace muchos años no veía, un amigo genial en sus tiempos, y en los míos, me manda esto así que voy a constituír otro caso de egolatría insoportable que es publicarlo.

Ya salió el número 3!



Mariano, a vos que te gusta Perlongher, te aviso, para que sepas: ya salió el volúmen número tres de Letras en Azul, el libro de cuentos y poemas escrito por policías de la federal. Divino, lo edita http://www.editorialpolicial.gov.ar/ y es ideal para leer en la playa. En serio te digo.

La Presidenta asustada


Desopilante edición de hoy del diario La Nación, la platea de doctrina. (Click sobre la imagen para agrandar)

El segundo de De Angelli


En la localidad entrerriana de Rosario del Tala se jugó un Five (qué top) de rugby en la playa. Al ortiva que les narra le cuenta esto un amigo, periodista, en la vereda del bar mientras la luna se despliega como un pañal usado.
-Había un tipo, cuenta también, que le veía cara conocida y no lo sacaba. Después dijo quién era y ahí lo ubiqué. Era el segundo de De Angelli.
-¿El segundo de De Angelli, y se nombraba así, pff?
-Sí, pero si De Angelli es bruto imaginate lo que debe ser el segundo.
-Ajá, y qué decía?
-Que el gobierno primero los “obligó” a plantar soja y…
-Juaz!
-Sí, el kirchnerismo pasó por la etapa del colectivismo agrario forzado, parece.
-Pará, una pregunta. ¿Los tipos se dan cuenta que están, a pasos rápidos, perdiendo en el modo como se irá inscribiendo el relato?
-No, al contrario.
-Eso es interesante.
-Los tipos creen que todavía son estrellas.
-Eso es bueno, porque si actúan, digamos, con la lógica de los radicales que, a excepción de alguna figura menor, rezagada, ya ellos, que son la táctica andante, la táctica vacía, van desplazando del discurso a De Angelli y ese grupo de empresarios primitivos, por impresentables…
-Claro, pero a ellos, de acuerdo a lo que el tipo me decía, ni ahí que les cae la ficha.
-Por eso, si actúan, desde la derecha, como la izquierda boba que los rodea, con la lógica de que siempre y toda lucha la ganan…
-Tipo PCR, o el PO.
-si es así, siempre juegan a todo y nada y se desgastan en su propia ilusión, se ponen más vulgares.
-¿Vos te enteraste que ayer (antes de ayer) acá en Paraná hubo protesta rural?
-Sí.
-¿Los viste ahí en la casa de gobierno?
-No, lo leí en el diario la Nación.

8 ene 2009

Variaciones en rojo

No importa saber (no se puede) qué hará el kirchnerismo, lo que hay que saber es que este es el año de las diferenciaciones, ese previsible narcisismo. Ególatras que quedan fuera de la lista sábana realizarán aventuras electorales con el sueño de extorsionar luego, de cara al 2011. Van a fracasar y va a ser gracioso verlos volver. Pero ojalá les vaya bien.
De cualquier modo, el título del post como que queda grande, no?

Publicidad oficial para FonteveCIA

Es injusto no darle subsidios de nuestros impuestos al Semanario de la Embajada.

La edición de hoy (todas notas destacadas en tapa), merece reconsiderar la decisión de no subsidiar al pobre de FonteveCIA :


http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/08/noticia_0043.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/08/noticia_0019.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/08/noticia_0025.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/08/noticia_0022.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/08/noticia_0010.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/08/noticia_0018.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/08/noticia_0024.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/08/noticia_0013.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/08/noticia_0020.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/08/noticia_0011.html

http://www.perfil.com/contenidos/2008/12/16/noticia_0016.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/08/noticia_0002.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/07/noticia_0011.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/07/noticia_0035.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/07/noticia_0024.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/07/noticia_0036.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/06/noticia_0039.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/07/noticia_0030.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/06/noticia_0022.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/06/noticia_0025.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/06/noticia_0034.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/08/noticia_0007.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/07/noticia_0001.html

http://www.perfil.com/contenidos/2009/01/06/noticia_0019.html

¿Se va Pepe Albistur?

ja ja
ja

je je
je

ji ji
ji

jo jo jo jo jo
joooooo

ju
ju
ju ju ju ju jú

O Pato, cuak, cuak.

-Donde las rutas amenazan con cortar el campo!.
Dice, al pasar, mientras yo conversaba en Casa de Gobierno (de Entre Ríos) en los pasillos con un periodista. Como a esa frase la conozco, me doy vuelta. Se ríe.
-No me peguen, che: soy socialista, dice.

Saluditos entonces, goberna, y siga leyendo las cosas que valen la pena.
Ejem.

El TEMA de la lechería


Estimado Lucas,

Antes de empezar el mail, quiero decir unas plabras!.... un honor escribirte!.

Bueno, como verás esto no es formal... pero como vos sos el abanderado de "el tema de la lechería", quiero ponerte al día con un "incidente" que está pasando en AZUL (Pcia de BsAs) entre la CEAL y el Intendente.
Ya publique en tres columnas en mi blog ( http://www.jovenescacharienses.blogspor.com/) (las tres primeras del año) al respecto.

Estan metidos:
Menemistas (presidentes de la CEAL)
Radicales (en la comisión de la CEAL)
Ex fncionarios del proceso (en la comision de la CEAL)
INTENDENTE de la Coalición Civica (cortó rutas, le dio un subsidio de 15.000 pesos a la Sociedad Rural, y se opone a todo)

Todos... en vez de investigar quien metio "la mano en la lata" para quedarse con la plata de los pequeños tamberos... están tratando de "dejar pegado" al gobierno nacional. SON UNOS CARA ROTAS!...

Por eso, a pesar que el gobierno les de los subsidios a estos agrogarcas "piqueteros VIP"... ellos van a tratar de todas formas de usarlo con una mala leche impresionante.

Bueno, era para eso nomás.

Un abrazo desde Cacharí!

Mauro, de Jovenescacharienses

Grandes confesiones de un 8 de enero.

Desde hace un tiempo que el colectivo al cruzar el túnel ha cambiado algo: hay pibes pidiendo. Van con los padres. Me acuerdo (y creo que lo conté, quizás alguno se acuerde, o tal vez no lo conté, no sé) que había una pelea a través de los diarios entre las policías de Entre Ríos y de Santa Fe sobre la procedencia de los mendigos, claro que asociados al delito. Porque todos sabemos, como me dijo un periodista enojado porque a la novia le robaron la moto, esos pendejos que hacen malabares en el semáforo son, vamos, todos chorros. Y la policía no hace nada. Ese conocido es curioso porque es de derecha pero no culposo. Casi todos los periodistas que conozco son gente de derecha, pero de la derecha progresista. O sea, de izquierda, como Carrió. Esa clase de progresistas. La que hace de la equidad un caso, pero eso sí, el deporte de la diferenciación social, ese deporte progresista, lo tienen bien clarito. Para graficarlo: que la empleada doméstica, al terminar de cocinar, se siente en la misma mesa que La Familia, les resulta tan escandaloso como un aumento de sueldo de los diputados. Ustedes saben, obvio, que el sueldo de los diputados es el problema nacional. Además de la Ley de Glaciares y el TEMA de la lechería.
Así era en la facultad. La mayoría de los que estudiaban conmigo (ellos estudiaban, yo buscaba chicas y peleas) ahora se dedican al periodismo. La necesidad de la diferenciación social, ese pilar de la derecha cultural, la tenían clarita. Pero en su variante progresista: la diferenciación debe no sustentarse en términos económicos, sino educativos. Por cierto, pasar por alto que la educación es un privilegio estrechamente asociado a las variables económicas es, cuándo no, un carnet de afiliación al progresismo. A la mayoría, ya no los veo. Pero también sé que, bueno, están con el TEMA de la lechería, la minería en San Juan y la Ley de Glaciares que son, qué duda cabe, los culpables del atraso provincial, de que no seamos parecidos a los porteños o, para que quede claro, a los franceses. Y hay que dejar en paz al campo, también.
Una flor, una postal, una oración al Gauchito Gil, una oración a alguna ignota virgen. Dejo las monedas. Colecciono estampitas. Cuando volví ayer a casa, iba parando en distintos lugares. Mesas en las veredas. (Cómo me divertía ayer: antes miraba Gran Hermano para saber de qué hablan los jóvenes, ahora paro la oreja y tuerzo el cogote. Durante una hora, lo juro por mi honor y por el carácter revolucionario de Binner, durante una hora que los escuché la conversación se centró en: cuál es el mejor proveedor de Internet, cuáles los mejores teléfonos, punto. Solamente de eso, una hora hablando, tres chicos y una chica. Mi dios, qué pelotudos). Bordeando el mediodía, tomando un té, escribiendo esto, miro el aparato que compré ayer. No tengo una cámara y es una lástima, porque no sé cómo describirlo.
La nena me vendió una postal.
Le pregunté qué era eso. Una deformidad de plástico y luces cursis. Un pájaro, me dijo, sale doce pesos. Los compró mi papá, tengo tres distintos, pero la gente no quiere comprarlos. Pero mirá que tienen doce luces. A ver. Me lo compra señor. Doce pesos, y qué hago con este pajarraco. Le sirve para jugar. Pero es feo, nena. No, señor, mirelo bien, es lindo. Bueno, tomá. Juro por mi santa madre que tuvo la desgracia de encontrarse conmigo cuando en verdad siempre me soñó arquitecto y bueno, por eso lo juro: es el artefacto más feo que haya visto en mi vida. Tiene un penacho rojo fosforescente, una cabeza de un plástico amarillo transparente y un cuerpo redondo y azul con franjas verdes como un cinturón. Y abajo, sobre la plataforma que lo sostiene parado, lo apretás y prende una luz por vez, de doce colores distintos. Horrible. Y encima mide como cincuenta centímetros. Y hay más: me gustó el pajarraco. Ay, doctora, sálveme.
Sé que en un par de días lo tiro por la ventana, se lo sirvo en la comida a Polémico o lo meto dentro del horno y le mando fuego. Es una cosa espantosa. Me divierte imaginar quién pudo haberlo diseñado, armado, fabricado. Quién fue el hijo de puta que se lo vendió a la nena. Por dios, es completamente feo, ni siquiera tiene algún error, alguna deformidad, algo distinto. No, ni una parte linda. Doncella, qué hacemos ahora. Es uniformemente feo, ortodoxamente feo, coherentemente feo: sí, es como el CEMA. Mi dios, si existieras tendrías que dar explicaciones por crear esta basura. En la cárcel. Pobre pajarraco, vino inútilmente a este mundo. Que mi madre me perdone, pero yo tengo un propósito en esta vida. No sé bien cuál es, pero eso es lo de menos. Los cantineros me palmean la espalda, las colegialas me tiran besos desde la ventana de la escuela, las señoras me hablan sobre el estado del tiempo, los muchachos me cargan porque perdió ñuls, no sé, este Pajarraco, en cambio, ahí, fierito, espantoso, sin funcionalidad, sin amigos, sin enemigos, sin un propósito por el cual existir. ¿Tiene sentido vivir sin conocer el amor, o una venganza consumada, la desgracia de tus adversarios no sé, los sentimientos sublimes, tiene sentido sin eso? Pajarraco, te vamos a tener que dar una función. Mirala a Braden, la planta que lucha contra un cáncer terminal (no es que, por ejemplo, haya ido a parar como herencia del último divorcio a las manos de un loquito que se va un par de días de vez en cuando y no la riega ni por asomo, no, ¿porqué esa tendencia a los argumentos banales? No te das cuenta que en realidad estamos pensando en el largo plazo, para no volver a cometer los mismos errores, en un acuerdo programático que siente las bases para una república con distribución del ingreso y contrato moral, Pajarraco, grabate eso, porque lo repito siempre) mirá ese foco de bajo consumo para colaborar con la Patria, mirá ese calzoncillo, bueno, no tendría que estar ahí, mirá esos vasos sucios: son la promesa del mañana, entendés, un vaso sucio es un acto en potencia, vos tenés que cumplir una función. Ya sé. Musa inspiradora. Con vos podría ganarme una moneda. Mirarte y, no sé, escribir canciones para Los Auténticos Decadentes, o ya sé. Puedo destrozarte cada vez que me enojo. No llegás ni al día siguiente, no. Bueno, ya veremos, por lo pronto, Pajarraco horrible, salí de mi vista.
Me hacés acordar a una chica. Cuando yo tenía quince años no tenía principios, con tal de mordisquear unos labios frugales era capaz de, puaj, tengo una rata en el estómago, te juro Pajarraco que solamente acordarme de esa chica, no sé si era una chica, no sé, para que te la imagines, era como ALF con guardapolvo, un espanto. Y me la agarro con vos, que no tenés nada que ver. Pasa que a los quince años uno es una hormona con patas, entendes. Pido perdón a Carver, a Renoir, a Vivaldi, por los pecados de juventud. Pido perdón, de frente y arrodillado, a la belleza. Todos nos hemos comido un bagayo o militado en el PC, son cosas de juventud.
-Doctora, hay un monstruo que me persigue por las noches. Mire, es una chica que conocí cuando tenía quince años y se parece a un Pajarraco que le traigo acá de regalo como atención porque yo no puedo amar a nadie. Y quería pedirle si no podría colaborar con la Campaña Financiera porque mire no no me veo diciendo eso.
Todo por un Pajarraco. Por la indigencia, la injusticia. Ahí está el origen de mis males. Mañana salgo con un FAL y me voy a la sierra, carajo. Mañana, hoy no, tengo que recuperarme. Me duele la espalda, estoy pensando seriamente en ponerme a trabajar, y para colmo, como si todo eso no fuese ya suficiente para abrumarle la vida a cualquier cristiano, para colmo, necesito perejil fresco para los ravioles de ricota y nueves que voy a comer con una salsita con jamón. No sé cómo no me han internado todavía. Necesito unos días en Puigarri, descansar. Esas cosas. Llegar a la clínica, estresado, con Polémico, con Braden y bueno, te llevo a vos Pajarraco, también. Capaz. No lo decidí todavía, así que no me mires con esa nariz deforme que tenés. Sos la peor cosa que he visto en mi vida, te pondría delante de un juez de la corporación y le diría: mire, mirelo bien, ¿y usted está en contra del aborto? Canalla. Todos canallas. Sabés qué, Pajarraco? Mirame cuando te hablo. Pajarraco, dónde te metiste. La puta madre, dónde puse al Pajarraco. Poléeeeeeeeeeeeeemico dejá eso!
Lo destrozaste, hijo de puta, empezaba a quererlo. Pobre. En el nombre del padre y del hijo y del espíritu santo bergoglio conseguile una habitación allá en el cielo. Yo la pago. Y tomá, si podés, dale esta botella. Vamos, Polémico, hay que conseguir perejil.



Verboamérica supone que:
No sé que tienen en Paraná con los malabaristas de semáforos... una vez, fui a un encuentro de documentalistas en Paraná y el premio mayor lo ganó un documental sobre un pibe que hacía malabares en los semáforos. Y no era Derek, che....

El empleado del mes ya fue.

Rubro: Empleos-Pedidos.

Hombre (excluyente) con estudios primarios mayor de 40 años.
Zona: pref Entre Ríos, cercanía de Gualeguaychú. Disponibilidad para viajar.
Full Time.
Buena dicción.
Conocimientos de política y medios de comunicación.
Proactivo.
Se ofrece: excelente remuneración, prestigio social.
Duración: un año, a partir del 25 de marzo.
Enviar currículum con foto a:
Asociación Empresaria Argentina. Apartado: nueva referencia para debilitar al estado.

La canción del boludo


El cincuentón progresista, republicano y de buenos modales detesta pulsionalmente que le digan que el paro de camiones por parte de empresarios subsidiados que apoyó, incluso con su cacerola, constituye un clivaje sin retorno.
De modo que a puro plan social y otras motivaciones oscuras vinculadas al chorizo, quien les narra le tira con todo, solamente para no perder la costumbre.
Estamos en un bar céntrico, pero Santa Fe se ha ido a otro lado. Digamos, la parte blanca que sabe muy bien que en este país no hay diferencias raciales. La otra parte ni se entera de tamañas sutilezas, y su otro lado es donde ya está. Todas las ciudades, cuando me dejan solo, me gustan un poco más. En eso, son como las mujeres. Cuando me dejan solo, me gustan un poco más.
Y como las enfermeras, cuando me dejan solo, me gustan un poco más. Casi todas las cosas, menos la cerveza, cuando me dejan solo, me gustan un poco más. Vuelta, desganada, al tema. Y es que, de cualquier modo, esta conversación sobre el enchastro y la minga, a esta altura del partido, me aburre. Pero no hay caso, el cincuentón no quiere salirse, quiere explicarse. Yo prefiero contarle cómo mandé mi primera carta, a Carlitos Balá-Balá-Balá, con el chupete directo al chupetómetro. Pero piensa que lo chicaneo con De La Rúa.
Y este bar, asfixiante como un congreso de economistas de la UCA, también, ya, me aburre. Qué cosa loca es descubrir que al final, en el trasfondo ciego de la política, ahuyentada la muerte, el hambre, la humillación en los hospitales públicos, la cabeza gacha, las distancias sociales, ahuyentado el núcleo sólido y material de una discusión política, el resto, lo que queda, es inútil.
Si necesitás la ley de glaciares o el descalabro de los mercados a futuro, si necesitás lo que sea para estar en contra, lo vas a encontrar. Que total. A mí me gustaría que te esfuerces por no decir gansadas, que dictadura va, hegemonía viene, y la vieja película que a esta altura solamente puede generar risa. Me gustaría que dejes de sentir pena por la crispación, la confrontación, el conflicto, vos y los monseñores tan amigos de tu hijo.
Ay, la derecha culposa, la derecha culposa. Qué lástima, desean, que otros no quemen las naves para disfrutarlo y estar en contra, porque ésa no es la forma de sacarse de encima a un gobierno mentiroso e hipócrita que le miente a la gente y, en especial, a este boludo que les habla. Ah, la derecha culposa. Tan merecida de lírica, tan falta de vuelo. Tan papanata.
Viviendo en su época victoriana de modales institucionales, vacía de ideas, rebalsada de odio, buscando la gota que derrame otro vaso porque, eso sí, la derecha culposa jamás de los jamases echará mano a un recurso que vulnere nuestra institucionalidad. Por favor. Quién podría suponerlo.
No sé porqué me empeño en recordarle su posición, en decirle acá estoy, hay uno que quiere acordarse. Supongo que, algo tiene que ver, también, en que la derecha culposa, sin darse cuenta porque ellos son muy respetuosos y moderados, me tratan como un inmenso boludo. O, si por rara ocasión se da que el interlocutor en algún momento me tuvo aprecio, como un boludo especial. Como un boludo que no debería ser boludo.
Como si me dijeran, vamos, pibe, vos sos de los nuestros, dejá de joder.
Que no debería ser tan boludo y no darme cuenta que esta derecha culposa, hija de Chacho Alvarez, siempre inocente y pidiendo no me peguen, soy Giordano, en realidad está a la izquierda del mapa (quizás sí, están en Chile) y yo soy tan boludo que tengo los ojos torcidos. Y no me doy cuenta del saqueo, el atropello institucional, la hegemonía, bueno, todo eso. Ah, y la distribución del ingreso no plasmada en un contrato moral, sabélo. Qué irremediable boludo. Será que no leí el Ulises, que nunca me fue bien en la Universidad, será que en el fondo soy un tránsfuga, bah, eso sí, pero además boludo: no me doy cuenta, che, que todo esto es una mentira. Dejate de joder, che. Una mentira colosal, un engaño a los pobres que son pobres porque no tienen educación, entendés, pero vos, che, que creo has leído algo, no podés ser tan boludo.
Por la ventana hay un afiche enfrente del Ministerio de Trabajo de la Nación: 370.000 empleadas domésticas en blanco. El mensaje es fuerte. Es duro.
-Tal vez sea así. Yo soy un boludo, vos la ves muy clara. Tal vez, ¿porqué no?

Concedo, solamente porque me aburrí. Para que el músculo de la risa no se endurezca demasiado. Para, quizás, dejar que las cosas pasen. Porque tal vez no me interese. Porque yo sé que no lo puedo convencer, y él está a la defensiva, porque, otra vez tal vez, tiene miedo. Bah, tal vez minga, creo que sí. Tiene mucho miedo. Le da bronca que pare de discutir, que lo mire de reojo, que le señale la ventana, que tuerza los labios, que termine el vaso, que no llame al mozo, que me rasque la barba, que deje un billete sobre la mesa, que lo salude con la mano con la que no hablo por teléfono. Tiene miedo, y es que en el fondo, sabe que yo puedo tener razón.

7 ene 2009

Tumini, el político del año

No es que no haya mucho que decir sino que convengamos, mi formación no alcanza sólidos escalones intelectuales para escalar la montaña de la complejidad (qué linda oración quedó, no?) aunque de cualquier modo, creo que en este link (ojo, es un análisis complejo, quizás denso y muy sobredeterminado por categorías de análisis hoy en boga principalmente en Europa, pero que también abarcan la coyuntura local desde un prisma si bien demasiado académico, operativo a la hora de definir ese imperioso qué hacer propio de los días sosegados) resume casi, casi todo:
Creo que bueno, si Tumini es el político del año, como se plantea acá, yo opino ésto que se lee acá:

Pinchá.



Ya lo sabemos. Muy lindo todo y:


Saludos
D.F

Maldito miércoles, te llevaste mi inspiración.

El Pulpo Melancólico (gracias por la definición, Doncella) se levanta contra el mundo a las cuatro de la tarde. Siente que abandonar la cama es abandonar el útero. Siente, además, cosas más profundas, como un dolor de espaldas. Abre, entonces, un ojo, abre, también, otro ojo, trata de abrir un tercero, pero no tiene.
Desayuna un bife de zapato y un (1) tomate solitario en la heladera que no recuerda cómo fue a parar ahí.
Agarrándose la cabeza, orina, y piensa que la vida se le está llendo, también, por las alcantarillas. Piensa muchas cosas el Pulpo Melancólico porque, digamos, es un pensador. Piensa cómo llegó anoche, porqué ya era de mañana y cómo es que, bueno. En fin.


Me falta, a las cuatro y media de la tarde, todavía un pedazo de la noche de anoche. No sé dónde lo perdí. Ni qué pasó. Debería dormir hasta la semana que viene, pero los nervios, uf, son como lagartijas debajo de la piel. Debería tomar menos. Aguantar un poco.
Pero las lagartijas, las lagartijas.
Me miro la panza, apoyo ahí el mantel individual, el plato y también me queda espacio, en la panza, para abrir el diario La Nación y leer los obituarios. Soy un hombre asqueroso, bah, no sé. No sé si sigo siendo un hombre.
En fin.
Muy lindo todo le digo al espejo, pero hay que seguir viviendo. Vamos a ver si podemos hacer algo con las lagartijas, seguir adelante, hoy tengo que ver, por primera vez, a la doctora. Después tengo que irme hasta Concordia. Pero llego bien, tengo un colectivo a las ocho y media y la cita -mi única cita de los últimos meses- con la doctora a las siete, en la otra punta de Santa Fe pero qué importa, soy un muchacho optimista. Tú, mírate, tú puedes, dice en el espejo unas ojeras con cara.


Silbando una vieja canción de festilindo el Pulpo Melancólico se acerca torpe hasta la ventanilla. La terminal está llena de chicas rubias y borrachos durmiendo. Le tiembla el cuerpo al Pulpo Melancólico y un poco la voz cuando compra el pasaje. La chica que lo atiende sonríe, trata de infundarle optimismo. Le ve, dice, cara conocida.
El Pulpo Melancólico le dice algo, moviendo nervioso las manos. Tá, la chica lo saca. Sí, de ahí.


En dónde estás ahora. En nada, me dedico a otra cosa. Sí?. Sí. No sirvo para eso.
A mí me gustaba. A mí no, digo, seco.
Salgo de ahí soñando que podría haber sido más amable. La gente que se cocina en una cabina de una terminal gris, la chica ésta, puede creer que yo renuncio a una vida emocionante. La gente suele creer que la vida de los otros es emocionante. Yo sé que no, aunque debería guardarme para mí ese secreto. Compro un sánguche en un bar. Todas las mesas ocupadas, son parejas que se quieren, se miran, se recelan.

El Pulpo Melancólico suelta temblando la taza y se le cae y se le desparrama. Se disculpa torpe ante el mozo, sonríe tímido ante la pareja que se da vuelta para mirarlo. Se sacude la remera, paga y se va. Camina una avenida lamida por el sol, vacía, mientras sueña bruscos sueños eróticos: una botella fría de cerveza en una playa caribeña, una lengua lame la transpiración de la botella, un vodka con limón le sube por la entrepierna.
Mira, un poco estúpido, la dirección.


¿Existe una calle Amenábar, como mi amigo Natanael? Quizás le pusieron ese nombre porque los concejales se cagan de risa con el blog de él, pero no creo: la mayoría, acá en Santa Fe, está compuesta por radicales, que no entienden los chistes, o socialistas, que no saben reírse.
Toco el timbre, abre la puerta una rubia jovencita, muy bonita, con algo en la mirada. Tiene un delantal verde, una sonrisa tibia.
-vengo a ver a la doctora...
-Sí, pasá. Todavía no llegó. ¿A qué hora te dijo?
-A las siete.
-Bueno, sentate, esperala.
Se mete en su propio estudio la rubia, que seguro es dentista.


El Pulpo Melancólico la sigue con la mirada, los ojos la persiguen hasta que cierra la puerta. Cruza las piernas. Sueña con la rubia, el delantal verde todavía puesto, debajo de la luna. Sueña con un martini debajo de la luna. Amaga dormirse, descruza las piernas. Se pone nervioso. Se pone violento. Mira la hora, la desmira. La hora lo mira a él. Él le guiña el ojo. Se rasca una pierna. Se siente un estúpido. Mira la ventana, se queda al lado de la ventana. Ya no mira nada.


Las cosas de la vida, cómo llegué acá. Y la doctora no viene. Tiene el mismo apellido, según la placa de la puerta, que la odontóloga. ¿La hermana, la prima, la madre? Será igual, será jovencita, ponele que fuese una hermana melliza: ¿te ves, ante una pendeja, bonita y sensible, diciéndole, mientras cruzás las piernas, doctora (¿le dirías doctora, o la llamarías por el nombre?) si no bebo, a la noche, no puedo dormir, te ves ahí, valiente, machote, eh?
Me dan ganas de irme ya.
Me dan ganas de rajar, a otra cosa, fue un error, disculpen, eeeste, bah, ya estoy acá. Me siento y espero. Siete y cuarto.

La dentista pasa y le dice al Pulpo Melancólico: se ve re lindo, no? El Pulpo Melancólico amaga acomodarse la corbata, pero tiene una remera. Ah, y la dentista, que se fue pero se olvido el perfume, no le decía a él que él se veía lindo, sino al televisor con Los Simposon y unas rayitas grises como se ven los canales porno coficados.
El Pulpo Melancólico estaba mirando el televisor. Pero no veía nada. ¿Porqué en vez de esa risa mogólica no le constestaste algo amable, o mejor, algo ocurrente, algo que la haga darse vuelta y después pensar, qué chico interesante, porqué, boludo?

-Se ve lindo no?
-Eh? Ah, sí.
La dentista se va por una puerta y por esa puerta vuelve. Estás seguro que te dijo hoy. A ver si estás anotado. Cómo es tu nombre. Lucas Carrasco. No estás. Es una urgencia? No, estoy loco pero puedo esperar. La dentista no sabe si reírse, perdón, la dentista no sabe si se lo dije como chiste, convengamos (hoy en día hay que tener cuidado, señora: anda mucho loco suelto). Podría ser un loco peligroso, como los de los libros de Simenon. La dentista no sabe nada no le importa nada ni se acuerda que le dijiste eso así que dejá de especular loco de mierda.
Porque ella solamente viene los miércoles cuando es alguna urgencia seguro que lo tuyo no es una urgencia no no (así que los miércoles, la puta madre: ¿le pregunto o no?) es la primera vez que vengo hablé con una secretaria qué raro que no esté tu nombre acá cómo me dijiste que te llamabas Lucas Carrasco (pero la puta que los parió, Alejandro tiene razón: no existo, uh, pará, qué loco que estoy. ¿Dijo los miércoles? No se habrá confundido?) qué raro porque Juli la secretaria siempre anota a no ser que se haya olvidado pero no contesta en el celular no está bien me puedo haber confundido yo pasa que no no no tá llamo después (si le llego a preguntar, a ver, ensayemos: perdone, doctora, ¿qué día es hoy? no, si le pregunto eso va a pensar que estoy más chiflado que una paloma, que una paloma chiflada, se entiende, y va a creer que lo mío es una urgencia y me van a internar en un loquero y no salgo más nuuu máma salvame pequeña volvé Polémico mordelos a todos nuuuu) bueno muchas gracias yo llamo un gusto taluego.


En la calle el Pulpo Melancólico entiende que el secretario de dios de la oficina de calendarios le jugó una mala pasada, o hubo un error burocrático o algo pasó. O lo jodieron, sin más. Camina hasta la terminal, hasta la chica que se oxida en la cabina vendiendo boletos y soñando los viajes que otros hacen. Camina soñando su propio sueño: derechos del consumidor buenos días en qué puedo servirlo sí hola me llamo Pulpo Melancólico y creo que la semana me estafó y me metió de prepo un día de más quiero demandarlos tu...tu..tuuuuuuu. Basta.
Otra vez por acá sí pasa que no me voy por no te vas en serio te arrepentiste o pasó algo estás bien estás pálido te sentís bien te puedo devolver el setenta por ciento solamente del pasaje sí sí sí tá bueno chau.


Estoy en un ciber, lejos todavía de mi departamento. Vuelven las cosquillas de las largatijas, lentamente, trepando desde los pies hasta donde habite el alma. Estoy lejos de mi departamento y de mi orgullo y de mi dignidad. Mozo, una pregunta. ¿Qué día es hoy?
La puta que los parió, así que miércoles.
No es el conchudo jueves hoy. Mozo, no parece jueves? Perdón, cómo dijo. Nada.
Jueves. No, miércoles. Miércoles de mierda. Te llevaste mi inspiración. Si no tuviera esta panza, te correría hasta la esquina para cagarte a trompadas.