No leas este post: solo hablo de mi.

(Cuento esto y no debería -advertí igual que sólo habla de mi , pero si lo hago es porque acá está la gente que sé, me puede entender. No tengo dónde sino, pero también se que no es justo contar estas cosas, mientras hay gente que sufre de verdad, y no estos dilemas míos.)

En la mesa del bar me joden un poco, un rato. Un rato y un rato y un rato. Un muchacho se pone insistente: jode y jode y jode. Y jode, de verdad. Y qué te pasa gil.
Sí, voy al acto de K, soy esto, y qué.
Pero muchacho usted que y esto y esto y lo otro: alto, alto, pará un poco flaco. Tomo aire, lo suelto, si la cosa está jodida, es de caballeros meter el embrague y el acelerador, sacar pecho y amagarle desde el fondo del piso, porque soy petiso y débil, pero con algo, no sé que, pero vá. No me jodan. Soy este tipo que no detestan sus ex novias (prefieren olvidarme) porque el muy jodido tiene épica, no se lo digas a nadie: pero este panzón, todavía, nos hace acordar a lo mejor de nosotros. ¿se pasó a la derecha, es un chorro? Muy lindo, ¿queres que yo te lo explique?, todas tus críticas, pero yo no, no, no te vi cuando perdíamos en la clase media, ahora, que ganan por goleada, yo, que siempre viví de orsai, hago el aguante, vos andá a recibir premios, honorarios, reconocimiento: boludo, es tu momento para ser un periodista crítico y comprometido.
Soy un caballero en tiempo de yupies. Soy jodido, terrible, me hago cargo de mi historia (pero) solo para refregarles la historia a ellos, dale, discutamos, yo soy duro, muy duro, cuidado, debe ser verdad: soy un hijo de puta de cuero curtido. Yo no lo digo nunca, pero tengo sangre, un mandato familiar, una vida donde no le niego a nadie lo que cobro y lo que soy: sí, voy al acto de Kirchner, soy esto, tooooodo esto que ves, pero soy denso, extendido, soy -ojalá fuese- esta espesura. La que sueño y busco, la que no soy. Pero ojo, idiota: yo sí escribo lo que quiero, no tengas miedo por lo que escribo, no me pidas que deje de escribirme, no caigas tan bajo. Tu terreno es otro, te peleo en tu terreno, ¿no tenes terreno ni ganas de construirlo? (boludo, disculpame, es así: si vos creés que soy un bananero, yo te cultivo bananas, disculpá por este anacronismo) , perdoname, tengo que estar en 15 minutos en la terminal: soy este espacio en disputa, este terreno, este baldío en pleno centro, este egocentrismo, estas ganas inmensas de que te pudras. Hacete cargo, todo lo que dijiste de los 1.300 pesos con los que vivo y muy bien por mes, de lo torpe que soy con esta panza, de cuán pronto me dejará mi mujer, de todo y todo lo perdedor que soy, hacete cargo, fue tu secretario, no fui yo, porqué no me dijiste nada de la ropa, maricón, porqué no me dijiste nada de la barba que yo me recorto con la tijera de mi abuela, cagón porque no dijiste nada cuando yo dije que no tenía ni DVD ni televisor, tenias miedo de mi agujero en el sobaco, porque yo no soy como vos: tu secretario se te levantó, tenía impreso eso, leelo de nuevo, ojalá más despacio de lo que lo escribí, pero en calma, yo, como sea, voy a seguir, no espero ganarte ni tener tus cargos, espero, eso sí, largarme la carcajada mas grande de tus noches: fue tu secretario el que sacó esto. Soy yo el que se ríe, solamente por un rato. Vos vas a ganar, pero siempre y siempre y siempre te va a dar cierta cosita mirarme a la cara, a los ojos. Vas a sentir algo, alguito, una molestia. te voy a ganar. Aún muerto, te voy a ganar.