Impresionante.

A las seis de la tarde abrí el primer ojo. A las seis y media, el otro ojo. Estoy vivo! Es impresionante! No sé qué hago acá en Santa Fe, bah, sí, vivo acá, quiero decir que no tengo ni idea de cómo llegué acá. Más no importa, me dije, me miré al espejo: sí, soy yo nomás.
Pero iupi, en la heladera tengo Paso de los Toros!, qué más puede pedir un hombre. Me senté, con calma, me miré las manos: sí, tengo las dos, los pies, también, dos pies. ¿La cabeza? No me duele. En fin. Inspiré hondo, abrí la ventana y grité, FELÍZ NAVIDAD!!!
Inmenso, impresionante, de verdad, posta, Charlie Boyle, prestame los anteojos, eso sí.
Estoy vivo!!, si toda esa comida, toda esa bebida, no me pudo, me siento inmortal. Los quiero a todos. Dios mío, tengo que llamar a mis enemigos y pedirles discupas, tengo que confesarle todo a mi mujer (ya me dejó, pero igual, con retroactividad), me presento en la comisaría y me declaro culpable, sí señor, algo tengo que hacer para agradecerle al señor.
Ya sé, miro a TNmbaun y pienso, qué capo este tipo, ¿no, polémico? Ni bola, el perro, en fin, me duele un poco ahí al costado del estómago, tengo una rodilla algo magullada, heridas de guerra, pero estoy vivo. Y tengo la novela de Pablo de Santis intacta!!! Bien, gracias, escucho aplausos que bajan desde el edificio, toda la gente está contenta, me voy al parque, donde las chicas me van a tirar besos, los empleados de la heladería me van a saludar como si fuese el goleador de Colón, sí, un día genial, perfecto. Eso sí, no me preguntes qué hice anoche. Ya es todo parte de la papelera de reciclaje, hasta el año que viene y, no sé si se los dije, pero soy un gran admirador de la prosa suave, cadenciosa, sensible y solidaria de Mariano T.
Vamos todavía, que este cuerpito me aguanta hasta el 31, eso sí, también, ojo, lo juro, lo prometo, de una, me arrodillo y lo juro por los santos evangelios y mi santa madre: no tomo más, pero ni una gota, en serio. Lo juro. Tomo leche, aunque no se resuelva el TEMA, todo bien, pero alcohol, no, lo juro. Creeme, soy un hombre de palabra, alguna vez, decime, alguna vez te prometí algo y no te cumplí. Tá, exceptuá esa, bueeeeeenno, pero eso es distinto, no, pará, má sí, me voy a dormir.