4 ene 2009

El lugar donde los pollos se pasean vivos.

Bueno, cuando me recupere contestaré los comentarios, los leo, pero tengo que andar a las corridas y estos días, lo juro, son todos los años los peores de mi vida. Me aburro. Y siempre pasa algo malo.
Así que trato de tomarlo con calma.
Ayer volví del campo, harto también de las vacas, los pollos, las verduras, los bichos, la falta de conexión a internet, la ausencia de señal en el teléfono, la presunción de que el mundo se cae abajo y me necesitan con urgencia, el irracional impulso de conseguirme un psicoanalista, o de ir a misa, o de ir a un cine, o, simplificando, a un puto lugar que tenga luces y ruidos y pantalla en 3d. las iglesias tienen ese fecto lisérgico, aunque su estética ideológica sea el ruralismo primitivo.
No quiero que termine la película que estoy mirando, así que la paré y escribo esto. Se llama La Ventana de Enfrente, es lenta, larga (dura unas 15 horas, creo, y parece Iraní) estoycamente aburrida y tiene un argumento que es su parte más fuerte: es solamente, sin otro adjetivo, mala. Pero qué buena que está la mina, la protagonista. Qué mirada, por dios. Es una francesa exquisita. Ya le saqué los subtítulos porque, aunque no hablo ni una coma de francés, la película es un embole. Pero qué divina, ni sé cómo se llama, igual, quizás buena actriz. No estoy calificado para decirlo, pero me parece que sí.
No estoy calificado para decir muchas cosas que igual digo, convengamos. De hecho, en un día inusual estoy acometiendo un acto más inusual: llevo tres correcciones de una nota sobre sobre el "conflicto" (qué palabra lavada y perfumada con la prueba de la blanqura y la cara de boludo de Gianola, no?) palestino israelí, y no le encuentro la vuelta. Me van a putear de todos modos, pero ese no es el caso, el caso es que no entiendo, en su sentido, digamos, antropológico -qué pretenciosos- muchas cosas. No, dos o tres cosas.
Así que corrijo, tacho palabras, reescribo párrafos.
y extraño, enseguida, este blog, donde puedo decir lo que quiera, total nadie espera algo equilibrado ni brillante, y no corrijo nada.
Y cuando venía por la ruta, entre el verde homogéneo y, ejem, hegemónico de la soja, me acordaba algo que me tiene intrigado: ¿Quién dijo "el campo es ese lugar donde los pollos se pasean desnudos"?
Veamos, yo tenía entendido, y creo que recordaba una entrevista de vos, que fue Julio Cortázar. Bien, leyendo hace poco una novela espectacular, de un escritor maravilloso que se llama Ernesto Mallo, encuentro esa frase. En la novela, La aguja en el Pajar, redactada en tercera persona pero encarnación, digamos, subjetiva, de pronto el narrador -repito, en tercera persona- dice que el campo es ese lugar donde los pollos se pasean vivos. Si hubiese parafraseado a Cortázar, debería haber otro guiño, y no lo había. Recuerdo más o menos el párrafo porque ahí me detuve. Al final cita, incluso, a Borges, y a alguien más que no recuerdo.
¿Entonces, en qué quedamos?
A ver, Mariano T, usted que sabe de campo lo que los mortales jamás comprenderemos por nuestra supina ignorancia y tiene, además, esa fina sensibilidad de artista y un interés trascendental por la vida más allá de los impuestos (que no lo son TOOOOOOdo) , dígame, ¿cómo es el tema?

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Por lo menos para los porteños y habitantes del conurbano, el campo es eso que se ve por la ventana del micro cuando te vas de vacaciones a Mar del Plata u otro lado.

El año pasado mi hermana se fue de vacaciones a Corrientes, y la agarró (a ella y a cientos) uno de los cortes de ruta del campo en Entre Rios.

Después de esperar no se cuanto tiempo, los chacareros les dijeron, che, sigan por aca y guiaron por sus campos a los automovilistas hasta que estos alcanzaron la ruta otra vez unos cuantos kilometros después.

A mi hermana la situación no la molestó para nada, ya que en mi familia estamos con el campo y le decimos conchuda a Cris, y también porque según nos contó mi hermana, "fue como una aventura, y además fue la primera vez que vi el campo por dentro y no desde la ruta"

El Lurker

Mariano T. dijo...

Hay que tener una sensibilidad especial, lucas.
A mi me encantan los atardeceres, hay gente que piensa que son deprimentes.
Te tiene que gustar el silencio, No el silencio total porque la naturaleza tiene sus sonidos, pero el silencio de man-made ruidos.

Anónimo dijo...

Siempre pensé que era de Cortazar. Y siempre lo tomé como la primer parte de una sentencia antitética que terminaba así: "La ciudad es ese lugar en donde los pollos, las heladeras, las zapatillas, germinan en las góndolas y las vidrieras". Solo que confiando en que la inteligencia de sus lectores sabría completarla nunca lo escribió.

El anónimo dijo...

Yo me crie en un pueblo rodeado de campo, en mi epoca de chico era ir a ver tordos chaqueños, carpechitos, hoy prefiero ver una pelicula irani al reves, antes que pasar 2 horas en el campo. Hoy hay menos arboles en esos campos que en la cuadra de mi casa en el centro de Rosario. Soja, soja y si tenes suerte te tapa de tierra una hilux cardon que se va al shopping.

Anónimo dijo...

A mi lo que conmueve del campo son cosas como esta, me conmueven tanto que les rompería el alma:
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-117710-2009-01-05.html

Anónimo dijo...

PD: siguiendo con los pollos que no caminan aunque estén en el campo y la gente explotada menos, que tal hacerles un llamadito a los esclavistas Siglo XXI, "standares de calidad" dice la página web, no tienen cara:
http://www.nhuella.com.ar/

Anónimo dijo...

No es campo, campo lo que se dice campo pero yo me crie en un pueblito de Córdoba al que volví después de muchos muchísimos años.
Habia algunos cambios, no tantos. Me volví con la sensación de que faltaba algo, pero no lograba saber que era.
Después de unos dias ya en Bs. As me cayo la ficha, lo que faltaba en Córdoba era el olor a Córdoba, Córdoba ya no tenia ese olor que tenia y que lo invadía a uno en cuanto llegaba a las sierras, esa mezcla de peperina con tomillo y no se cuantas cosas mas.

Mariano T. dijo...

Incalificable lo de la granja avìcola. El titular de su càmara, Domenech, es el niño mimado de Cristina.
En general todos loa cultivos intensivos ern mano de obra para mercado interno presentan un panorama parecido. Todo lo contrario es en los cultivos extensivos como soja, trigo o maìz.

Anónimo dijo...

El último comentario de mariano T. me hizo acordar de esa frase de Viviane Forrester sobre que "hay algo peor que la explotación del hombre por el hombre, y es la falta absoluta de explotación", o algo así. (Cito de memoria)

César dijo...

Che pero por qué no se fijan los campos de Reuteman como están?
O la fábrica de Galán, que contrata obreros en negro y contamina el Salado.
Ah, porque son peronistas. Por eso no les hacen nada. Dejen de proteger a sus corruptos como si fuesen la mafia.

Unknown dijo...

Alguna vez- no lo puedo citar porque no recuerdo el título, conté en un post mis terrorificas andanzas de niño en el campo de mi flía.
Contaba la matanza de una gallina, creo.

En fin, que la pregunta sigue sin responderse.

Anónimo dijo...

Acá tenés Carrasco: http://atravesdeluniberto.blogspot.com/2008/06/caras-y-caretas-se-pasea-cruda.html

César dijo...

jojojo. Yo me crié en un rancho en la isla.